La capital vallecaucana abrió la Feria de Cali número 68 con un Salsódromo que reunió a cerca de 32.000 asistentes, pese a la lluvia que cayó durante el desfile. La Autopista Suroriental se llenó de público en graderías y sardinel, celebrando la salsa y reafirmando a la ciudad como la capital mundial de este ritmo.
Este año, el evento rindió homenaje a la cultura salsera con el tema ‘De Cali para el mundo’, y contó con 2.200 artistas en escena, un aumento del 40% frente a la versión anterior.
Destacó la participación de escuelas infantiles, que duplicaron su presencia pasando de 200 a 400 niños y niñas, consolidando la transmisión generacional del baile caleño.
La apertura y el homenaje a la tradición salsera
El abanderado Camilo Zamora abrió paso a un espectáculo lleno de luces, trajes coloridos, repiques salseros y acrobacias. La carroza de ‘Cali Distrito Cultural’ presentó a los bailarines de la Vieja Guardia, seguida por el ala infantil, mostrando que la salsa se mantiene viva en la ciudad.

Leydi Higidio, secretaria de Cultura, destacó que este evento es el resultado de procesos culturales continuos durante todo el año y que Cali lidera la conformación de la Ruta Americana de la Salsa.
Seguridad, logística y economía local
El Puesto de Mando Unificado (PMU) confirmó que no hubo incidentes graves y se atendieron a seis personas.
El evento también tuvo un fuerte impacto en la economía local. Según las secretarias de Desarrollo Económico y Turismo, Cali recibió más de 110.000 visitantes durante la Feria. La capital vallecaucana tuvo una ocupación hotelera del 82% y ganancias que superan los 46 millones de dólares.

El Salsódromo marcó el inicio de seis días de festividad, con 54 actividades culturales y musicales. Entre ellas destacan el Encuentro de Melómanos y Coleccionistas. Así como, las casetas de la Feria, la Feria del Obrero, desfiles en la Autopista y la Feria Rural y Comunera en comunas y corregimientos.
Lea también: De la tragedia a la fiesta: así se originó la Feria de Cali hace más de seis décadas
La noche cerró con las orquestas de Ángel Lebrón, Son de Luz y Guayacán, que pusieron el broche de oro a una apertura cargada de salsa, alegría y tradición.