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Oso de anteojos, entre las especies más amenazadas de Colombia

La autoridad ambiental de Cundinamarca confirmó que el oso de anteojos fue incluido entre las especies más amenazadas de Colombia.

Los osos de anteojos son comunes en regiones de Colombia los bosques húmedos andinos y las zonas de páramo. En las últimas horas se conoció que lo incluyeron como una de las especies más amenazadas en el país.

Esta especie se caracteriza por ser omnívora. Se alimenta principalmente de plantas, semillas y de proteína animal. Las autoridades ambientales hicieron un fuerte llamado para cuidarlo.

Los municipios con mayor presencia de osos andinos están en Cundinamarca. Incluyen La Calera, Guatavita, Sumapaz, Cabrera, Machetá, Suesca, Manta y la zona de los Cerros Orientales.

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“Queremos invitar a la comunidad a conservar el oso andino, una especie de gran valor ecológico, como regenerador del bosque. Es una especie sombrilla, es decir, que ayuda a la supervivencia de otras especies de animales y plantas”, indicó Alfred Ballesteros, director de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca.

El funcionario agregó que “la protección de los bosques y páramos no solo beneficiará al oso de anteojos, sino también a muchas otras especies que dependen de estos ecosistemas para su supervivencia. La inclusión del oso andino en la lista de las diez especies más amenazadas del país subraya la urgencia de tomar medidas efectivas para su conservación”.

Falta de protección

En Colombia, el oso andino está considerado en situación Vulnerable. Expertos de la Fundación Wii señalan que la principal amenaza para la especie es la construcción de carreteras en su hábitat natural.

Recientemente, movimientos ambientalistas elevaron su preocupación por la falta de medidas de protección para cuidar esta especie.

“Las empresas inician abriendo carreteras ilegales sin ningún permiso ambiental, talando y luego abriendo la boca mina. Hasta el momento son 5 minas legales y otras 20 ilegales, algunos están en proceso de exploración, sin embargo están explotando los recursos y afectando el hábitat ilegalmente”, indicaron en febrero desde la fundación Fundaviten.

Fundaviten y Parque Nacional Natural Tamá han denunciado la irregularidad minera que impide el recurso hídrico que necesita la especie para sobrevivir.