La Unidad Nacional de Protección (UNP) sigue dando de que hablar. Además del reciente escándalo en el que se vió que integrantes de las Farc se movilizaban en el vehículo designado por la entidad por las vías de Antioquia, aún teniendo orden de captura. Se le suman cargos disciplinarios por parte de la Procuraduría General de la Nación contra dos agentes adscritos a la UNP por haber utilizado un vehículo oficial de la entidad para asuntos personales.
La investigación interna de la Procuraduría, que incluyó análisis detallados de los registros de uso del vehículo y testimonios, reveló que los agentes involucrados desviaron recursos y bienes destinados a garantizar la seguridad de personas amenazadas, para su beneficio privado.
“Este actuar va en contravía de los protocolos que regulan el uso y manejo de las medidas de prevención y protección asignadas a personas en situación de riesgo”, señaló la Procuraduría.
Los investigados utilizaron el vehículo de placas IFR 763, asignado para el esquema del protegido, para hacer diligencias del beneficiario y una diligencia personal del investigado Hernández Gil. El ente de control afirmó que, no es permitido transportar a personas no cobijadas con la medida de protección y tampoco movilizarse en el automóvil para hacer diligencias sin la presencia del beneficiario del programa.
En el caso del disciplinado Sánchez Zabala, se le acusa de haber cedido el vehículo mencionado, que estaba bajo su responsabilidad, al escolta Hernández Gil para que realizara las diligencias mencionadas. Con esta acción, violó las normas que le prohibían utilizar o destinar el automotor para propósitos distintos al esquema de protección del beneficiario.
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En respuesta a estos hechos, la Procuraduría ha subrayado su compromiso de investigar a fondo cualquier acto que comprometa la integridad de la institución y por esto, señaló la conducta asumida por los investigados como falta grave.
