El Congreso de la República ha dado un paso significativo en la regulación del ruido en el país, con la reciente aprobación en tercer debate del proyecto de ley que busca establecer normas más estrictas para controlar la contaminación auditiva. La iniciativa se encuentra a solo un paso de convertirse en ley. Este avance representa un esfuerzo importante por parte de los legisladores para abordar una problemática que afecta a millones de colombianos en su vida cotidiana.
El proyecto de ley, impulsado por el representante Daniel Carvalho, tiene como finalidad reducir la contaminación auditiva. Esta busca crear una política pública que proporcione a las autoridades regionales y nacionales, no solo a la Policía, las herramientas necesarias para regular el ruido proveniente de lugares privados que afecta a los vecinos.
“El Código de Policía tiene unas sanciones al respecto, pero a mí me parece inadecuado que todo recaiga en la Policía. Estamos en una situación de orden público particularmente difícil en nuestro país y a la Policía terminamos echándole todo”, señaló Carvalho.
Entre los senadores que apoyaron el proyecto se encuentran la ponente y coautora Andrea Padilla, Esmeralda Hernández, Inti Asprilla, Andrés Guerra, Marcos Daniel Pineda, Edgar Díaz, David Name, Pablo Catatumbo y Catalina Pérez, entre otros.
La oficina del representante Carvalho destacó que el ruido excesivo o contaminación acústica afecta a los colombianos en todas las ciudades, especialmente en áreas centrales y residenciales. Según la Red Colombiana de Ciudades Cómo Vamos (RCCV), ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Cartagena están entre las más ruidosas del país.
Asimismo, de acuerdo con datos de la Policía Nacional, el 70 % de los reportes en la línea de emergencias 123 están asociados a asuntos de convivencia relacionada con el ruido.
Próximos pasos y desafíos legislativos
El proyecto de ley ahora pasará a su último debate en el Senado de la República. Si es aprobado, la ley entrará en vigor a nivel nacional, convirtiéndose en una herramienta fundamental para las autoridades locales. Las alcaldías tendrán la responsabilidad de implementar y vigilar el cumplimiento de esta normativa en sus jurisdicciones.
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Se espera que esta nueva legislación genere un cambio cultural respecto al manejo del ruido en las ciudades colombianas. Sin embargo, su implementación no estará exenta de desafíos. La ciudadanía deberá apoyar activamente al denunciar los excesos y fomentar el respeto hacia los niveles permitidos.