El presidente Gustavo Petro, durante su más reciente alocución televisiva, el pasado domingo 22 de septiembre, aprovechó el espacio para criticar nuevamente a los medios de comunicación y subrayar la urgencia de avanzar con sus reformas. En su discurso, que duró aproximadamente veinte minutos, volvió a señalar a los grandes medios como opositores a su gestión. Argumentando que están controlados por los sectores más ricos del país, quienes, según él, no apoyan sus políticas.
“Jamás un presidente había estado bajo tanta sevicia y perfidia”, expresó Petro, justificando su uso frecuente de las redes sociales como alternativa para dirigirse a la población. En su intervención, insistió en que los medios no buscan el debate, sino que recurren a insultos personales hacia él y su familia. Además, afirmó que sus iniciativas han sido bloqueadas por diferentes instituciones, incluyendo el Congreso, lo que ha paralizado varias de las propuestas de su Gobierno.
En medio de su discurso, Petro planteó tres alternativas para Colombia
Uno de los momentos más polémicos de su alocución fue cuando planteó tres posibles escenarios para el futuro de Colombia. Según el mandatario, el país tiene tres alternativas: el regreso a la violencia masiva, con miles de jóvenes fusilados y un escenario de masacres; imponer los cambios a la fuerza; o, en contraste, lograr un acuerdo a través del diálogo pacífico para implementar las transformaciones necesarias.
No obstante, aunque Petro afirmó que él prefiere la vía del diálogo, la segunda opción –imponer los cambios a la fuerza– generó preocupación entre varios sectores. La mención de esta alternativa se convirtió en uno de los puntos más controvertidos de su discurso. Pues abrió la puerta a un posible uso de medidas autoritarias si el diálogo no prospera, lo que encendió alarmas en la opinión pública.
Lea también: EE.UU cooperará con Colombia para proteger al presidente Petro
Varios usuarios en redes sociales expresaron su desacuerdo con este planteamiento, preocupados por las implicaciones que podría tener. Muchos consideraron alarmante esta posibilidad para implementar sus reformas si el diálogo no prospera. Comentarios en plataformas como Twitter y Facebook reflejaron un rechazo generalizado a esta idea, con críticas que calificaron la propuesta como un retroceso democrático.
