33 comunidades indígenas de La Guajira celebran la llegada del agua potable gracias a la alianza entre el Gobierno y el Grupo Aval, en el marco de la estrategia “Misión La Guajira”, que beneficia a más de 4.000 Wayú.
La espera de más de un siglo por agua potable ha llegado a su fin para 13 comunidades de La Guajira. En un esfuerzo conjunto entre el Gobierno y el Grupo Aval, la “Misión La Guajira” ha instalado infraestructuras que garantizan el acceso a este recurso vital, beneficiando a más de 4,000 indígenas Wayú en una región históricamente olvidada.
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Olga Jusayú, representante de la comunidad, describió el proyecto como un hecho histórico que transformará la vida de sus habitantes. “La verdad, con todo esto que nos están brindando, vemos las cosas mucho mejores de lo que teníamos antes”, indicó, destacando el optimismo por los nuevos proyectos que se avecinan.
Además, las plantas potabilizadoras, capaces de generar hasta 15.000 litros de agua diarios, han convertido un sueño inalcanzable en una realidad tangible. Esta iniciativa es más que solo agua; es una promesa de dignidad y desarrollo para un pueblo que ha luchado durante décadas.
El Dapre ha liderado el proceso con un enfoque Humano
De igual manera, el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre) ha liderado este proceso, combinando un enfoque humano con la colaboración del Grupo Aval. Para jóvenes como Vanessa Uriana, el acceso a servicios básicos sienta las bases para un futuro esperanzador. “Como joven veo un futuro prometedor, con más esperanza y propuestas para salir adelante”, expresó con emoción.
La “Misión La Guajira” representa un paso significativo hacia la restitución de derechos para comunidades que han estado en el olvido, demostrando que las alianzas público-privadas pueden ser la clave para el cambio y el progreso en el país. Con este esfuerzo, el Gobierno del presidente Gustavo Petro y organizaciones como Grupo Aval y Promigas están tejiendo una red de esperanza que promete transformar la vida de los Wayú y restaurar su dignidad.
