El expresidente Álvaro Uribe abandonó la audiencia preparatoria del juicio en Bogotá tras rechazar la decisión de la juez de no aplazar la sesión para revisar pruebas clave que su defensa considera fundamentales.
En un giro inesperado, el expresidente Álvaro Uribe se retiró de la audiencia preparatoria del juicio en Bogotá, visiblemente molesto. Esto ocurrió después de que la juez 44 de conocimiento, Sandra Liliana Heredia, rechazara la solicitud de su abogado, Jaime Granados, para aplazar la audiencia y permitir la revisión de pruebas originales que la Corte Suprema de Justicia había trasladado a la Fiscalía. Granados argumentó que solo contaban con copias “espejo” y que era esencial acceder al material original, especialmente el correspondiente al computador del testigo clave, Juan Guillermo Monsalve.
Uribe, al expresar su malestar, declaró: “Me siento sin garantías” y cuestionó la validez de la copia proporcionada por la Fiscalía. “¿Por qué no podemos nosotros verificar? Estoy condenado sin pruebas, y no me permiten pruebas”, expresó. Su defensa considera que el acceso a las pruebas es crucial para definir su estrategia legal y para demostrar su inocencia.
La controversia escaló cuando la Procuraduría respaldó la solicitud de la defensa, mientras que la fiscal del caso y las víctimas se opusieron firmemente. A pesar de esta división, la juez mantuvo su decisión, señalando que cualquier retraso adicional podría afectar el proceso, especialmente ante el riesgo de prescripción en 2025.
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Entre las pruebas que Uribe no ha podido revisar se encuentran grabaciones de voz y otros documentos esenciales que su defensa sostiene son fundamentales para el caso. Granados anunció que interpondrán una queja ante el Tribunal Superior de Bogotá y que también están considerando llevar la situación a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por las supuestas irregularidades en el proceso.