El Ministerio de Salud de Colombia ha asignado un billón de pesos para la construcción de 44 hospitales, de los cuales solo cinco han avanzado en sus obras. Mientras que la ejecución de 39 proyectos se mantiene entre el 0% y el 12%. La situación se torna crítica, ya que a pesar del dinero asignado, las obras no han comenzado. Esto ha generado inquietud sobre la gestión de los recursos públicos.
El escaso progreso se refleja en obras como la remodelación del Hospital María Inmaculada, donde se giraron cerca de 90.000 millones de pesos sin que las obras hayan iniciado. Tras irregularidades detectadas, el Ministerio solicitó la devolución del dinero, pero la Gobernación se negó y la obra sigue paralizada. Este es solo uno de los casos que destaca la falta de control en los proyectos financiados. Según un documento del Ministerio de Salud, la entidad no tiene información detallada sobre los metros cuadrados construidos ni sobre los precios unitarios de equipos médicos y dotaciones.
Además, se ha confirmado que 700.000 millones de pesos están comprometidos para diversas obras en hospitales, incluidas ampliaciones y remodelaciones. Sin embargo, la falta de avances en muchas de estas infraestructuras es motivo de investigación y cuestionamiento público.
Esta situación plantea interrogantes sobre la eficacia de la gestión del Ministerio y la necesidad de mejorar la transparencia en la asignación y uso de recursos destinados a la salud pública. Muchos ciudadanos temen que estos retrasos afecten la calidad de atención médica en un momento en que se requieren instalaciones adecuadas.
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Finalmente, es fundamental que el Ministerio tome medidas inmediatas para acelerar la ejecución de estos proyectos. La comunidad espera respuestas concretas y resultados tangibles para enfrentar la crisis hospitalaria en Colombia.