La mutilación genital femenina (MGF) ha sido una práctica clandestina y devastadora en diversas comunidades de Colombia, particularmente entre los pueblos indígenas como el embera, que con más de 250,000 personas, sigue realizando esta práctica ancestral. La historia de Francia Elena Giraldo, una líder embera que presenció la muerte de una bebé de su comunidad a causa de una infección tras ser sometida a la ablación ha sido clave para visibilizar esta problemática. Y para que varias congresistas, como la representante Carolina Giraldo Botero, impulsaran un proyecto de ley para erradicar la mutilación genital femenina en el país.
La iniciativa cuenta con el respaldo de figuras como la congresista Angélica Lozano y Jennifer Pedraza, y busca promover una política pública educativa que sensibilice a las comunidades sobre los riesgos y daños de la MGF, en lugar de centrarse únicamente en la penalización. “Lo punitivo no es la solución. Lo que hay que hacer es trabajar con las comunidades para que entiendan el daño que causa esta práctica”, explicó Giraldo Botero. Quien también destacó la importancia de contar con el apoyo de mujeres líderes como Francia Giraldo, que ya han comenzado a impulsar un cambio cultural en sus propias comunidades.
El proyecto ganó visibilidad en el Congreso luego de que en junio de este año se reportaran dos casos de ablación en Bogotá, uno de ellos afectando a una bebé de apenas 23 días de vida. Las congresistas esperan que la propuesta, que cuenta con el apoyo mayoritario en la Cámara, logre avanzar y permitir la creación de un sistema de alerta para detectar casos de mutilación genital en las comunidades indígenas. Además, se busca fomentar el diálogo entre autoridades indígenas y civiles para encontrar soluciones integrales. Las cuales respeten las costumbres pero protejan los derechos humanos de las mujeres y niñas.
Organizaciones internacionales han expresado su apoyo para este proyecto
A nivel internacional, organizaciones como UNICEF han expresado su apoyo al proyecto colombiano, señalando que el ejemplo de otros países, como Gambia, demuestra que la erradicación de la MGF es posible. En Colombia, se estima que en 2023 se registraron 90 casos de mutilación. Pero las expertas advierten que la cifra real podría ser mucho mayor debido al subregistro.
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Francia Giraldo, quien es hija de una mujer mutilada, destacó la importancia de involucrar también a los hombres en la lucha contra la MGF. “Sin la mujer, el hombre no es nadie. Yo solo pido su apoyo, pero aún siento mucho rechazo y machismo”, afirmó. La propuesta de ley aún debe superar su primer debate en el Congreso, pero sus promotoras esperan contar con el apoyo de un amplio número de congresistas para su aprobación.
Este proyecto no solo busca erradicar una práctica que violenta los derechos fundamentales de las niñas y mujeres, sino también generar una transformación cultural en las comunidades indígenas. Esto para garantizar la protección y la salud de las nuevas generaciones.
