El representante Miguel Polo Polo generó rechazo tras desechar unas botas simbólicas elaboradas por las madres de jóvenes asesinados por agentes del Estado. Este gesto, que tuvo lugar en la plaza Rafael Núñez del Congreso, ha desatado una ola de críticas y acciones legales en su contra.
Frente a esto, el senador Iván Cepeda, junto con la Asociación de Madres Víctimas de los Falsos Positivos (Mafapo) y otras organizaciones civiles, radicó una denuncia ante la Corte Suprema de Justicia. En el documento, presentado este lunes, se le acusa de los delitos de discriminación, hostigamiento, injuria e injuria por vías de hecho. Según los denunciantes, el acto constituye una justificación de crímenes de lesa humanidad y fomenta el odio hacia las víctimas, perpetuando su dolor con actos de deshumanización.
“La conducta del representante Polo Polo refleja una arbitrariedad y una falta de respeto hacia las víctimas del conflicto armado, lo que agrava su responsabilidad como servidor público”, señala el documento. Asimismo, la denuncia enfatiza que el acto podría calificarse como una violación grave al Código General Disciplinario, lo que motivó también una queja disciplinaria presentada ante la Procuraduría General de la Nación.
No obstante, la Corte Suprema será la encargada de decidir si las acciones a Polo Polo ameritan una investigación formal. De comprobarse las acusaciones, el representante podría enfrentar serias consecuencias legales y disciplinarias.
Rechazo de las víctimas y organizaciones civiles
El gesto de Polo Polo ha provocado indignación entre las madres de víctimas, quienes repudiaron sus palabras y acciones. Estas botas, según Mafapo, simbolizan a los más de 6.400 jóvenes asesinados bajo la modalidad de falsos positivos, una cifra documentada por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y respaldada por otros organismos.
Una de las madres expresó su descontento con contundencia: “Estas botas no son basura. Representan a nuestros hijos, a nuestros seres queridos asesinados por el Estado. Es una tristeza ver cómo se intenta deshumanizar nuestro dolor”.
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El representante, por su parte, ha puesto en duda la cifra de víctimas, calificándola de inexacta, lo que ha intensificado las críticas de organizaciones y familiares. Tanto Mafapo como otros colectivos han señalado que esta postura niega una verdad ampliamente documentada y reconocida incluso por los propios responsables ante la JEP.
