El pasado 25 de noviembre, la plenaria del Senado de la República de Colombia no pudo abordar el crucial debate sobre los riesgos que enfrenta la niñez en el país debido a la falta de asistencia de varios ministros y funcionarios clave del Gobierno. La citación, promovida por los congresistas de la bancada del MIRA, buscaba discutir la grave situación de los niños y niñas colombianos, quienes a menudo son víctimas de violencia y abuso.
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A pesar de la convocatoria, solo el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, asistió al debate, mientras que el ministro de Educación, Daniel Rojas, llegó solo minutos antes del cierre de la sesión. También estuvieron ausentes la ministra de la Igualdad y la Equidad, Francia Márquez, y la directora del ICBF, Astrid Cáceres, entre otros. Esto generó el rechazo unánime de los congresistas, quienes, con 45 votos a favor y 11 en contra, decidieron no aceptar las excusas presentadas por los funcionarios.
En Colombia se vive una alarmante cifra de violencia contra los niños y niñas
La senadora Ana Paola Agudelo, del Partido MIRA y citante del debate, expresó su frustración por la falta de compromiso del Gobierno con la protección de la niñez. “Me produce gran tristeza la falta de compromiso que hay por parte del Gobierno y las entidades al no asistir a la plenaria”, comentó Agudelo, quien destacó las alarmantes cifras de violencia contra niños y niñas en Colombia, como los 19.000 exámenes realizados en 2023 por abusos sexuales, el 83 % de los cuales involucraron a menores de 17 años.
Agudelo hizo un llamado al Gobierno para que cumpla con las normas existentes para la prevención de estos delitos y enfatizó que “prevenir el abuso sexual infantil es un tema de salud pública”. El presidente del Senado, Efraín Cepeda, anunció que evaluará con la mesa directiva la posibilidad de convocar nuevamente el debate en el futuro.
En otro tema de la sesión, la plenaria aprobó por unanimidad los ascensos de dos altos oficiales: el brigadier Nicolás Alejandro Zapata Restrepo, quien fue ascendido a Mayor General de la Policía Nacional, y el vicealmirante Juan Ricardo Rozo Obregón, quien ascendió al rango de Almirante de la Armada Nacional.
