A un mes del asesinato de Susan Camila y Santi Esteban, niños de 7 y 4 años, respectivamente, su madre, Paola Ramírez, habló públicamente sobre la tragedia que conmocionó al barrio Las Ferias, en Engativá. En declaraciones a medios locales, Ramírez expresó que nunca percibió comportamientos violentos en el padre de los menores, Darwin Felipe Beltrán, quien está acusado de cometer el atroz crimen.
“Él era un buen papá. Nunca vi señales de alerta, ni nada que indicara que pudiera lastimarlos”, afirmó la madre con visible dolor. Según las investigaciones, el crimen habría ocurrido tras un ataque de celos de Beltrán, quien, según testigos, reaccionó de forma violenta al descubrir que su pareja estaba con otra persona.
Cabe recordar, que el crimen se perpetró el 28 de octubre de 2024 en la vivienda familiar. De acuerdo con los informes, Santi murió tras sufrir múltiples golpes, mientras que Susan fue apuñalada varias veces. Las necropsias realizadas por Medicina Legal confirmaron estos detalles, y la Fiscalía presentó como pruebas clave las imágenes de cámaras de seguridad que muestran a Beltrán entrando a la vivienda.
En el lugar también se encontró una nota escrita por el acusado que decía: “Los amo”, un detalle que desconcertó aún más a las autoridades. Además, el arma homicida fue recuperada y presentada como evidencia en las audiencias judiciales.
La comunidad exige justicia
El barrio Las Ferias se unió en solidaridad con la familia. Vecinos organizaron una velatón en memoria de los niños, pintaron un mural con sus rostros y realizaron una eucaristía. “Ellos representaban alegría en nuestro barrio. Es vital proteger a nuestros niños y evitar tragedias como esta”, expresó Edgar Barragán, líder comunitario.
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Paola Ramírez, devastada por la pérdida, recordó con cariño a Susan como una niña creativa y a Santi como un niño lleno de inocencia. “Mis hijos eran mi vida. Solo quiero justicia para ellos”, concluyó, mientras la comunidad sigue pidiendo medidas más fuertes para prevenir la violencia intrafamiliar.