El presidente Gustavo Petro sorprendió al país ayer miércoles, 4 de diciembre, al confirmar que le solicitó la renuncia a su ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, tras verse implicado en un escándalo de corrupción relacionado con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). Este escándalo se destapó luego de la filtración de audios revelados por Semana, en los que su exasesora, María Alejandra Benavides, hacía graves acusaciones.
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Aunque Petro se mostró firme en su decisión de pedir la dimisión de Bonilla, el mandatario expresó su total confianza en la “inocencia” del exfuncionario. En declaraciones desde Montevideo, donde se encontraba de visita oficial, el presidente afirmó que Bonilla podía defender su honor fuera del poder gubernamental para mostrar su integridad y devolver la confianza perdida por este escándalo.
Petro investigará y sancionará el uso indebido de dineros públicos
Además, Petro anunció que buscaría llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre las prácticas de entrega de recursos públicos a cambio de votos en el Congreso, una práctica que, según él, ocurrió durante gobiernos anteriores al suyo. “Cuando instalé el gabinete, dejé claro que en mi gobierno no habrá cupos indicativos para congresistas”, afirmó Petro, recordando que en 2001 denunció la existencia de estos mecanismos de corrupción sin que hubiera consecuencias.
Con esta nueva investigación, Petro pretende que se investigue y, eventualmente, sancione el uso indebido de dineros públicos a lo largo de varias administraciones, lo que considera una de las mayores formas de corrupción política. El presidente resaltó que su gobierno continuará con una política de transparencia y lucha contra la corrupción.
La decisión del presidente Petro, que busca limpiar la imagen de su administración, se da en un contexto en el que la confianza en el Gobierno se ha visto afectada por los recientes escándalos, lo que podría poner en riesgo la estabilidad política en el país.