La industria del modelaje webcam en Colombia enfrenta una serie de abusos y condiciones laborales extremadamente precarias, según el informe de Human Rights Watch (HRW), titulado “Aprendí a decir no: abusos laborales y explotación sexual en los estudios de webcam colombianos”. El documento, resultado de una investigación de 18 meses realizada en diversas ciudades del país, denuncia prácticas de explotación sexual, coerción para realizar actos no deseados y graves irregularidades laborales en los estudios de producción de webcam.
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En el informe se detallan las experiencias de trabajadoras sexuales que aseguran ser obligadas a laborar más de 18 horas al día sin descanso, en condiciones antihigiénicas y con un trato despectivo por parte de los propietarios de los estudios. Además, se menciona que los empresarios se benefician desproporcionadamente de las ganancias generadas, reteniendo hasta el 70% de los ingresos de las modelos, lo que agrava aún más la precariedad económica de estas trabajadoras.}
Falta de regulación facilita la explotación laboral y sexual
El modelaje webcam se ha convertido en una industria en gran parte no regulada, lo que permite que las plataformas de cámaras web, mayoritariamente basadas en Estados Unidos y Europa, tengan un control significativo sobre el contenido emitido y, en muchos casos, eviten el escrutinio público de las condiciones de trabajo. La falta de regulación ha facilitado diversas formas de explotación laboral y sexual, donde las trabajadoras, muchas veces en situaciones de vulnerabilidad económica y emocional, se ven obligadas a aceptar condiciones inaceptables para poder sobrevivir.
En algunos casos, los testimonios de las modelos han revelado la coerción de los productores para realizar actos sexuales no consentidos frente a las cámaras. En uno de los testimonios más perturbadores, una trabajadora relató haber sido forzada a realizar prácticas sexuales con una botella de vidrio, temiendo que el objeto se rompiera durante la grabación. Estas situaciones no solo afectan la integridad física y emocional de las trabajadoras, sino que también constituyen una clara violación de sus derechos humanos.
Además, el informe subraya la existencia de prácticas ilegales, como el uso de cuentas recicladas de modelos adultas para evadir los controles de edad y permitir que menores de edad trabajen en estos estudios. Aunque el informe se basa principalmente en entrevistas con adultas, varios testimonios revelaron que algunas de ellas habían ingresado a la industria desde su adolescencia, lo que plantea serias preocupaciones sobre la explotación de menores.
HRW hace un llamado a las autoridades nacionales para controlar estudios webcam
HRW hizo un llamado urgente a las autoridades colombianas para que refuercen los controles sobre los estudios de webcam y garanticen condiciones laborales justas y seguras. También instó a las plataformas digitales a mejorar sus mecanismos de supervisión y colaborar con las autoridades para proteger los derechos de los trabajadores, prevenir la explotación de menores y asegurar el cumplimiento de las normativas internacionales de derechos humanos.
El informe de HRW, que involucra también la colaboración de organizaciones como La Liga de Salud Trans y la Corporación Calle 7 Colombia, resalta la necesidad de mayor regulación en una industria que, aunque lucrativa, está marcada por la opacidad y la falta de protección para los trabajadores que la conforman. Las trabajadoras sexuales, según la organización, deben ser reconocidas como trabajadoras y recibir las mismas protecciones que cualquier otro trabajador, tal como lo establece el derecho internacional de los derechos humanos. Sin embargo, la falta de visibilidad y la estigmatización de esta actividad dificultan el acceso de estas personas a derechos fundamentales como condiciones de trabajo dignas y seguras.
Este informe busca visibilizar una realidad oculta que afecta a miles de mujeres colombianas, muchas de las cuales son migrantes o se encuentran en situación de vulnerabilidad. Ya que en muchos casos, ven en el modelaje webcam como una opción de ingresos ante la falta de otras alternativas laborales formales.