El escándalo generado por las polémicas declaraciones de Daniel Mendoza en sus redes sociales alcanzó un nuevo capítulo este 14 de diciembre, cuando el propio escritor y creador de la serie Matarife decidió renunciar al cargo de embajador de Colombia en Tailandia, designación que había sido anunciada días antes. La noticia de su renuncia sorprendió a muchos, especialmente porque la controversia en torno a sus comentarios sobre las mujeres y otros temas sensibles había generado una profunda división en la opinión pública por lo que el presidente Petro no dudó en defenderlo.
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Ante esta renuncia, el presidente Gustavo Petro reaccionó rápidamente en su cuenta personal en X (antes Twitter) y defendió con vehemencia la libertad de expresión de Mendoza, quien ha sido un fuerte crítico del establecimiento político y de las estructuras de poder en Colombia. Petro destacó que, además de ser un escritor, Mendoza ha sido “un perseguido del uribismo” por su obra audiovisual, la cual considera clave en la lucha contra el autoritarismo en Colombia. En su mensaje, el presidente también desestimó las acusaciones de violencia o acoso en contra del escritor, enfatizando que; hasta donde sabía, no existían denuncias formales que pudieran comprometer su integridad.
La obra de Mendoza se debe de ver mediante la creación literaria, así lo mencionó Petro
El mandatario explicó que las controvertidas frases que Mendoza publicó en sus redes sociales no eran más que transcripciones de su novela de 2010 porque reflejaban los diálogos de sus personajes y que; por lo tanto, debían ser entendidas dentro del contexto de la ficción literaria y no como expresiones personales de su autoría. De este modo, Petro respaldó la libertad artística de Mendoza, exaltando que, al igual que otros autores provocadores a lo largo de la historia, la obra de Mendoza debe ser vista a través del prisma de la creación literaria y no de las interpretaciones superficiales que se puedan hacer de sus palabras.
“Daniel Mendoza no tiene denuncias por violencia contra la mujer, acoso o pederastia”, sostuvo Petro en su trino, contrastando las acusaciones con las provocaciones que son comunes en la literatura y el arte en general. El presidente comparó el caso de Mendoza con el de figuras literarias como el escritor estadounidense Henry Miller, quien fue perseguido por sus escritos considerados obscenos en su época, pero cuya obra fue finalmente reconocida como un referente cultural.
¿Mendoza tomó una buena decisión al alejarse del cargo?
Por su parte, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, también se pronunció sobre la renuncia de Mendoza, calificándola como una medida necesaria para poner fin a la polémica que había dividido a la opinión pública. Cristo afirmó que la decisión de Mendoza de alejarse del cargo de embajador liberaba al Gobierno de las tensiones sociales generadas por sus comentarios y ayudaba a superar el debate, sugiriendo que, con este paso, el país podría volver a la normalidad política.
La renuncia de Mendoza y la reacción de Petro evidencian la polarización que sigue existiendo en la política y la cultura colombiana, donde los debates sobre libertad de expresión, moralidad y censura continúan siendo temas candentes. Mientras algunos consideran que las declaraciones de Mendoza eran inapropiadas y ofensivas, otros defienden su derecho a la libre expresión y la creación artística, planteando la pregunta sobre hasta qué punto se debe permitir la libertad de los artistas frente a los límites de la sociedad.