Las intensas negociaciones sobre el salario mínimo de 2025 en Colombia continúan sin un acuerdo definitivo. A pesar de los esfuerzos por alcanzar un consenso entre los empresarios, las centrales obreras y el Gobierno Nacional, la reunión de la Mesa de Concertación de Políticas Laborales y Salariales, realizada el lunes pasado, terminó sin avances. La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, quien ha liderado estas conversaciones, enfatizó que el objetivo sigue siendo llegar a una cifra conjunta que beneficie a todos los sectores.
“Estamos trabajando de manera bilateral y con múltiples actores. El objetivo es construir una cifra de aumento de forma conjunta que sea beneficiosa para todos. Aún hay disposición y ánimo para avanzar en estas negociaciones”, aseguró la ministra.
Sin embargo, si no se logra un acuerdo antes de que termine el año, el Gobierno Nacional tendrá que decidir el aumento a través de un decreto, al igual que ocurrió en 2024. De ser necesario, se convocarían sesiones extraordinarias para tomar una decisión final.
Pero, ¿en cuánto quedaría el salario mínimo si Petro lo saca por decreto?
Si finalmente el presidente Gustavo Petro decide imponer el aumento por decreto, se espera que el incremento del salario mínimo esté entre el 9% y el 10%. Este porcentaje podría verse influenciado por los intereses de las centrales obreras, ya que el próximo año será de campaña electoral.
Según estimaciones, si el aumento fuera del 9%, el salario pasaría de $1.300.000 a $1.417.000. Por otro lado, con un aumento del 10%, el salario mínimo ascendería a $1.430.000. Este escenario dejaría a muchos trabajadores con la esperanza de que, al menos, la diferencia con las propuestas de los empresarios se acerque más a las expectativas de las centrales obreras.
Propuestas en conflicto: ¿Quién tiene la razón?
Las centrales obreras, lideradas por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), han propuesto un aumento del 12%, lo que elevaría el salario mínimo a $1.456.000. Este porcentaje refleja una clara postura a favor de los trabajadores, buscando mejorar su poder adquisitivo frente a la inflación y el alto costo de vida.
Por otro lado, la Asociación Colombiana de Micro y Pequeñas Empresas (Acopi) presentó una propuesta más moderada, sugiriendo un incremento del 5.2%. Según Acopi, este aumento sería más sostenible para los pequeños empresarios, quienes enfrentan serios retos económicos. De acuerdo con esta propuesta, el salario quedaría en $1.367.600 sin el auxilio de transporte.
“He presentado esta propuesta con respeto, esperando que sea analizada por las centrales obreras y el Gobierno. Nuestro objetivo es concertar una cifra justa para todos”, expresó Rodolfo Correa, vocero de Acopi.
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Finalmente, la falta de acuerdo hasta el momento refleja la tensión entre los distintos actores económicos del país. Las centrales obreras buscan proteger a los trabajadores, mientras que los empresarios, especialmente los de las pequeñas y medianas empresas, defienden una cifra más ajustada para evitar impactos negativos en la economía nacional.