El presidente Gustavo Petro lanzó este martes 17 de diciembre una dura acusación contra la clase política tradicional de Colombia, afirmando que algunos sectores están tramando su destitución a través de la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes. Durante su discurso en Sucre, el mandatario sugirió que para el año 2025 podría producirse un intento de golpe de Estado en su contra y convocó a una ‘gran marcha campesina’ para movilizar a centenares de miles de personas hacia Bogotá, en defensa de la Constitución y el voto popular. “No importa mi vida”, dijo Petro, al referirse a la posible resistencia de su gobierno ante la “politiquería corrupta” que, según él, busca adueñarse del poder.
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En su intervención, Petro acusó a algunos sectores de la política tradicional de intentar sacarlo del Palacio de Nariño mediante votaciones en la Comisión de Acusación, que ya han demostrado su oposición a propuestas clave de su gobierno. Aseguró que estos movimientos forman parte de una estrategia más amplia para evitar su reelección y desestabilizar su mandato, criticando duramente a quienes buscan que el poder continúe en manos de una élite política.
Reforma rural y restitución de tierras son los dos pilares fundamentales del Gobierno Petro
El presidente también aprovechó la ocasión para reafirmar su compromiso con la reforma rural y la restitución de tierras, considerando que estos son los pilares de su gobierno. En este contexto, se refirió a la entrega de 2.400 hectáreas en Sucre a campesinos y pescadores, un paso clave en la restitución de tierras que, según la Agencia Nacional de Tierras, pone fin a un conflicto agrario que ha durado más de 40 años. Petro destacó que este tipo de acciones son fundamentales para avanzar en la reforma agraria que, en su opinión, Colombia necesita desde hace siglos.
Durante su intervención, el presidente también hizo un llamado al Ejército y a la Policía para que eviten la ocupación ilegal de los terrenos de la Nación destinados a la reforma rural, señalando que 2025 será un año decisivo para su gobierno y para la implementación del acuerdo de paz. Insistió en que el próximo año se duplicarán los esfuerzos para cumplir con la meta de entregar 600.000 hectáreas de tierra a campesinos, lo que marcaría un cambio histórico en la distribución de tierras en el país.
Petro concluyó su discurso haciendo un llamado a la unidad del pueblo colombiano, en especial al campesinado, para defender lo que considera un proceso democrático legítimo frente a los intentos de la política tradicional de desestabilizar su gobierno. En sus palabras, la lucha del pueblo de Colombia será por un país más justo, donde los trabajadores, estudiantes y mujeres sean los verdaderos dueños del poder.