En lo que va del 2024, las familias han abandonado a más de 300 adultos mayores en Bogotá, según cifras de centros de atención a esta población vulnerable. Esta situación, que preocupa tanto a las autoridades como a las comunidades, refleja un fenómeno en crecimiento, impulsado por factores como la desintegración de los lazos familiares y la falta de recursos económicos para su cuidado.
Rosa María, una adulta mayor abandonada, es un ejemplo de esta alarmante realidad. Desde hace seis meses reside en un centro especializado para adultos mayores en la capital, tras haber sido llevada allí por su familia. En todo este tiempo, no ha recibido visitas ni de sus tres hijos ni de sus nietos. “Me da tristeza y pesar porque yo los quise tanto, los crié y los formé. Ahora estoy aquí, y lo que más me duele es que ni siquiera vienen a visitarme”, relató.
A pesar de la nostalgia y el dolor que siente, Rosa María acepta que permanecer en el centro es su única opción para garantizar un techo, alimentación y atención básica. Su caso, sin embargo, no es el único. Según testimonios recogidos en varias instituciones, las festividades de fin de año agravan esta problemática, ya que diciembre es un mes donde se evidencia aún más el abandono.
“En este diciembre yo sí me siento solo, pero ya me acostumbré a eso. Por ahí me llama una nieta, pero es como si no fuera nada”, expresó otro residente de uno de estos centros. Las llamadas o mensajes ocasionales no logran suplir la ausencia física de sus familias, un vacío que, según los especialistas, tiene un impacto emocional significativo en estas personas.
El abandono, un fenómeno que va en aumento
César Sánchez, coordinador de la comunidad El Bosque, explicó que el fenómeno del abandono de los adultos mayores no solo ha crecido en número, sino también en complejidad. “Realmente el fenómeno está en aumento. Este es un servicio que es bastante demandado. En muchos casos, encontramos personas mayores en hospitales porque sus familias no pueden o no quieren asumir su cuidado”, detalló.
Las razones que explican esta conducta son múltiples y van desde dificultades económicas hasta tensiones familiares que derivan en el aislamiento de los adultos mayores. A esto se suma la falta de preparación de muchas familias para enfrentar las necesidades físicas, médicas y emocionales de sus integrantes más viejos.
Los centros de atención, si bien cumplen un papel esencial al proporcionar cuidado y protección, no pueden sustituir el entorno familiar que estos adultos necesitan. El abandono no solo implica la pérdida de un soporte emocional, sino también la ruptura de vínculos que, en muchos casos, representaban su única fuente de seguridad.
Lea también: La Corte Constitucional elimina restricciones al fuero de paternidad en Colombia
En ese sentido, las autoridades y expertos en el tema destacan la urgencia de implementar medidas más robustas para abordar esta problemática. A medida que esta problemática se intensifica, queda en evidencia la importancia de actuar de manera conjunta para garantizar que las personas mayores puedan vivir con dignidad y rodeadas del afecto que tanto necesitan.