En un esfuerzo por afrontar la difícil situación económica que atraviesa el país, el gobierno de Gustavo Petro ha tomado una medida que afectará directamente los viáticos de varios funcionarios públicos. A partir de enero de 2025, se reducirá el porcentaje de viáticos asignados a algunos empleados del gobierno. Esta medida busca optimizar el uso de los recursos públicos y contribuir al ajuste fiscal que se está realizando en el país.
La reducción ajustará los viáticos del 90% al 75% de la escala autorizada por decreto y se aplicará a los niveles directivos, asesores de grado 14 a 10 y asesores presidenciales de grados I a III. De acuerdo con Laura Sarabia, directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE), el ajuste es una respuesta necesaria para hacer frente a la compleja situación fiscal del país, garantizando que los recursos se destinen de manera responsable a los sectores más estratégicos para el desarrollo social y económico de Colombia.
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Un ajuste necesario ante la crisis fiscal
El anuncio llega en medio de un escenario fiscal complicado, con un déficit proyectado en el presupuesto de 2025 que supera los ingresos. El gobierno había esperado que la nueva reforma tributaria ayudara a cubrir ese déficit, pero el Congreso rechazó dicha reforma, lo que obligó a recortar algunas partidas. En este contexto, el presidente Petro ha señalado que la responsabilidad recae en la administración anterior, encabezada por Iván Duque, que dejó un panorama de deuda que ha complicado la situación fiscal del país.
El ajuste en los viáticos también se extiende a los honorarios de los contratistas del gobierno. Desde el DAPRE se estableció un tarifario que regulará los contratos de prestación de servicios profesionales y de apoyo a la gestión. La idea es que estos pagos sean más acordes con las necesidades reales del gobierno, eliminando gastos innecesarios y promoviendo un uso más eficiente de los fondos públicos.
En momentos como estos, donde la austeridad se ha convertido en una prioridad, el gobierno de Petro busca enviar un mensaje claro: la necesidad de priorizar el gasto en sectores que realmente impacten en el bienestar de los colombianos.
De acuerdo con el presupuesto de 2025, los ingresos proyectados se sitúan en 511 billones de pesos, mientras que los gastos alcanzan los 523 billones. Esta diferencia será ajustada conforme se vayan realizando nuevas evaluaciones y ajustes fiscales, dado que la reforma tributaria que el gobierno esperaba no pasó en el Congreso. En este contexto, las medidas de austeridad, como el recorte de viáticos y la regulación de los contratos, se hacen indispensables para ajustar las cuentas del Estado y garantizar la sostenibilidad fiscal en el futuro cercano.