Por primera vez en la historia de la Armada Nacional de Colombia, una mujer ha asumido el comando de uno de los buques de guerra más emblemáticos del país. La capitana de fragata Liliana Ortiz ha sido designada para dirigir la fragata misilera ‘ARC Independiente’, un hecho que marca un avance significativo en la inclusión de mujeres en las fuerzas armadas de Colombia.
Ortiz, de 42 años, es una oficial de Estado Mayor con una destacada formación en logística, estrategia marítima y política. A lo largo de su carrera, ha acumulado una experiencia impresionante a bordo de diversas naves de la Armada, desempeñándose en roles cruciales como jefa de operaciones, comunicaciones y armamento en unidades clave, como el ‘ARC Almirante Padilla’ y el ‘ARC Malpelo’. La selección de su carrera para este importante puesto se debe a su constante demostración de capacidad y liderazgo.
Para Ortiz, ahora comandar la ‘ARC Independiente’ es una enorme responsabilidad, pero también un motivo de orgullo. En sus palabras, asumir el liderazgo de esta unidad de guerra no solo es un reto profesional, sino también un símbolo de apertura para las nuevas generaciones de mujeres que aspiran a unirse a la Armada. “Es un honor ser la primera mujer en esta posición, pero también una responsabilidad para asegurar que mi tripulación esté siempre preparada”, expresó la capitana.
El paso de una mujer en un mundo masculinizado
El ascenso de la capitana Ortiz a este puesto tan importante dentro de la Armada no solo refleja su capacidad profesional, sino también el avance hacia una mayor inclusión de mujeres en las fuerzas armadas. Históricamente, los hombres han dominado la Armada, pero la incursión de mujeres como la capitana Ortiz cambia la narrativa y abre el camino para otras. Ortiz no solo es un referente para las mujeres dentro de la Armada, sino también un modelo a seguir para aquellas que buscan desempeñar roles de liderazgo en otras áreas de la sociedad.
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Este momento es un claro ejemplo de cómo las puertas se están abriendo para que más mujeres ocupen cargos de alto nivel en sectores tradicionalmente dominados por hombres, y un recordatorio de que el cambio hacia la igualdad de género es una realidad que está tomando fuerza.