Laura Mora, directora de varios episodios de la esperada adaptación televisiva de Cien años de soledad, expresó en una reciente entrevista para El Espectador cómo la literatura continúa siendo un lenguaje superior que ofrece una experiencia única de imaginación. Para Mora, mientras que la imagen cinematográfica puede limitar la visión del espectador, la literatura deja volar la imaginación sin restricciones. “La imagen que creas en tu mente es directamente proporcional a tu capacidad de imaginar algo”, comentó la directora, quien además anticipó los desafíos que enfrentó al trasladar la obra de Gabriel García Márquez a la pantalla.
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Mora, quien dirigió los episodios 4, 5 y 6 de la primera parte de la serie, se prepara ahora para trabajar en los cinco capítulos restantes, donde se abordará uno de los episodios más impactantes de la historia colombiana: la masacre de las bananeras. Este evento histórico, ocurrido en 1928, será tratado en la segunda parte de la serie, destacando la brutal represión de los obreros en huelga por parte del Ejército.
Masacre de la bananeras se inmortalizó en la obra literaria de Gabriela García Márquez
La matanza, cuya cifra oficial de víctimas fue minimizada, quedó inmortalizada en la novela de García Márquez con la cifra simbólica de 3,000 muertos, un número que, según el escritor, se ajustaba mejor a la magnitud del relato en su obra. La serie no solo refleja los aspectos más sombríos de la historia colombiana, sino también el contraste entre la realidad histórica y el realismo mágico que define a la obra de García Márquez.
Con el rodaje de la segunda parte de la serie en marcha, Mora se enfrenta al desafío de capturar en pantalla una de las escenas más emblemáticas de la novela, mostrando cómo la masacre de las bananeras se convierte en un símbolo de la lucha entre el poder y los obreros, un evento que marcó la historia de Colombia de manera irreversible.
