El 2025 no se perfila como un año de resoluciones definitivas en el ámbito de los conflictos internacionales. A medida que 2024 cierra sus puertas, la violencia y las tensiones políticas continúan dominando el panorama global, con Colombia en el centro de una de las mayores apuestas por la paz en la región.
Colombia: Un Gobierno entre la esperanza y la realidad
El presidente Gustavo Petro llega a 2025 con su propuesta de “paz total” en marcha. Desde que asumió el cargo, la administración de Petro ha mantenido un enfoque centrado en resolver los enfrentamientos armados internos, pero la situación sigue siendo compleja. Los diálogos con grupos armados como el ELN y las disidencias de las FARC han avanzado, pero los acuerdos siguen siendo esquivos. El conflicto armado sigue cobrando vidas, y la falta de soluciones definitivas mantiene a Colombia como un lugar donde la paz aún parece lejana.
Las autoridades colombianas han mantenido conversaciones con actores como el Clan del Golfo, el ELN y las disidencias del Estado Mayor Central de las FARC. A pesar de algunos avances, como el cese al fuego alcanzado con el ELN, la violencia persiste en diversas regiones del país. La falta de un acuerdo estructural ha mantenido el conflicto abierto, con los grupos armados operando con total impunidad en ciertas áreas del territorio nacional.
Para el gobierno colombiano, 2025 es un año clave en el que deberá demostrar si sus esfuerzos para alcanzar la paz total se concretan en resultados tangibles. La propuesta de Petro ha sido aplaudida por algunos sectores y criticada por otros, pero lo cierto es que los enfrentamientos siguen marcando la vida de miles de colombianos.
Ecuador: Preocupación por la inseguridad
En Sudamérica, la situación de inseguridad también marca una tendencia preocupante. En Ecuador, el año 2024 estuvo marcado por una creciente ola de violencia, que culminó en la irrupción de grupos armados en una cadena de televisión, lo que desató una crisis de seguridad. El presidente Daniel Noboa implementó medidas de emergencia, pero la violencia no ha cesado, y la falta de estabilidad sigue siendo un problema para el gobierno ecuatoriano. Con las elecciones presidenciales programadas para principios de 2025, Ecuador podría enfrentar cambios significativos en su administración, mientras las tensiones entre la ciudadanía y el gobierno siguen en aumento.
Oriente Medio y la intensificación de la violencia
En el Oriente Medio, el conflicto entre Israel y Hamas sigue siendo uno de los más graves a nivel global. Los ataques de Hamas contra Israel, iniciados en octubre de 2023, continuaron a lo largo de 2024 con una fuerte respuesta israelí, que ha golpeado a grupos como Hezbollah en Líbano y a los hutíes en Yemen. La situación en Gaza sigue sin resolverse, y mientras algunos temen una ocupación total de la franja, otros apuntan a la posibilidad de un acuerdo político.
La guerra en Ucrania: Un conflicto sin fin
Por su parte, Ucrania sigue resistiendo la invasión rusa. En 2024, la guerra llegó a su tercer año sin un final a la vista. A pesar de los esfuerzos internacionales por negociar un alto el fuego, la situación en el este de Ucrania sigue siendo crítica, con Rusia consolidando posiciones en esa región mientras la ofensiva ucraniana en Kursk continúa. El conflicto parece estar lejos de resolverse y es probable que las tensiones sigan escalando durante 2025.
Tensiones políticas en Asia y Europa del Este
Fuera de los conflictos armados, la inestabilidad política también está ganando terreno. En Pakistán, las elecciones de 2024 dejaron un panorama convulso, con acusaciones de fraude y manipulación. El país sigue enfrentando tensiones internas y una creciente violencia en regiones como Baluchistán, lo que pone en duda la capacidad del gobierno para garantizar la seguridad en todo el país.
En Georgia, el descontento social crece frente a un gobierno que se ha acercado a Rusia, lo que ha provocado protestas y enfrentamientos con la oposición. La comunidad internacional también ha presionado al gobierno georgiano por sus lazos con el Kremlin, mientras el país sigue luchando por una mayor integración con Europa.
Colombia, aún en el ojo del huracán
En este contexto, Colombia se mantiene en el radar de la comunidad internacional. Aunque el país está centrado en el proceso de paz, las dificultades para lograr una resolución definitiva siguen siendo grandes. Mientras algunos observadores ven con optimismo los esfuerzos por llegar a un acuerdo de paz total, otros sostienen que las negociaciones no son suficientes para abordar la complejidad del conflicto armado en Colombia.
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Así, el país afronta un 2025 incierto, con un gobierno que sigue trabajando por la paz, pero con una realidad que demuestra que los desafíos son aún mayores de lo que parecía en un principio.
