La demora en el desembolso de los subsidios a las tarifas de energía en Colombia ha comenzado a generar serias preocupaciones. Un apagón ocurrido el 2 de enero en Puerto Carreño, Vichada, afectó a más de 40.000 personas debido a que la empresa distribuidora, Electro Vichada, no pudo garantizar el servicio por la deuda pendiente de más de $6.100 millones que el Gobierno aún no ha cubierto. Este evento ha puesto en evidencia las tensiones del sector, que enfrenta un panorama de creciente incertidumbre.
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Los gremios más importantes del sector energético en Colombia, como Andesco, Acolgen, Andeg, Asocodis, Naturgas y SerColombia, han emitido un comunicado en el que alertan sobre los peligros de una crisis financiera sistémica en el sector. Aseguran que la falta de pago de los subsidios podría afectar no solo el suministro de energía y gas natural, sino también el bolsillo de los usuarios más vulnerables. Los beneficiarios de los subsidios, que corresponden principalmente a los estratos 1, 2 y 3, podrían enfrentarse a aumentos drásticos en sus tarifas, con un incremento de hasta el 150% en el peor de los casos.
Impacto de la falta de pago
Este panorama es aún más preocupante debido a la magnitud de la deuda que las empresas tienen con el Gobierno. A finales de 2023, las empresas desembolsaron más de $2,7 billones para cubrir los subsidios de electricidad, mientras que el Gobierno aún no ha respondido por esos pagos. Además, el déficit de recursos afecta tanto a las tarifas de electricidad como de gas natural, que también presentan un retraso en los pagos, con $628.000 millones pendientes para gas natural.
Los gremios han expresado que la situación está poniendo en riesgo la estabilidad del sector energético. Ante la falta de recursos, las empresas se ven obligadas a comprar energía en el mercado mayorista, lo que incrementa la volatilidad de los precios y puede llevar a más alzas en las tarifas para los usuarios. Esta incertidumbre financiera también pone en peligro la capacidad de las empresas para garantizar un suministro continuo y estable de energía, lo que podría provocar nuevos apagones en diversas regiones del país.
La falta de liquidez en las empresas del sector está generando un círculo vicioso en el que la ausencia de pagos por parte del Gobierno lleva a una mayor inestabilidad financiera, lo que a su vez afecta a los ciudadanos que dependen de estos subsidios para hacer frente a los costos de los servicios públicos. Ante este panorama, los gremios han hecho un llamado urgente al Gobierno para que emita con celeridad los certificados de deuda de subsidios y ajuste los criterios de asignación de recursos para asegurar que los más necesitados sigan recibiendo el apoyo necesario.