El 12 de enero por la Agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (HSI), deportó a 84 colombianos, entre quienes se encontraba Carlos Julio Sierra Varela, conocido como alias “Avestruz”. Este hombre, señalado como uno de los narcotraficantes más jóvenes del temido Cartel del Norte del Valle, llegó al país bajo estrictas medidas de control migratorio, tras cumplir una condena por narcotráfico en territorio estadounidense.
El regreso de “Avestruz” ha encendido el debate sobre el seguimiento que las autoridades colombianas darán a personas deportadas después de cumplir penas en el exterior. Aunque su deuda con la justicia estadounidense ha sido saldada, en Colombia podría enfrentar procesos pendientes por delitos relacionados con el narcotráfico.
De sicario a líder criminal
Alias “Avestruz” inició su carrera delictiva como sicario bajo las órdenes de Wílber Varela, alias “Jabón”, uno de los líderes más temidos del Cartel del Norte del Valle. Con la caída de varios capos de esta organización, Sierra Varela ascendió rápidamente en la jerarquía criminal, ganándose la confianza de los hermanos Calle Serna, conocidos como “Los Comba”. Estos últimos lideraron “Los Rastrojos”, una de las estructuras criminales más poderosas surgidas tras la desarticulación del cartel.
El 17 de noviembre de 2017, la Policía Nacional capturó a alias “Avestruz” en un operativo realizado en un lujoso penthouse en Bogotá. En el momento de su detención, se disponía a sacar a pasear a su schnauzer gris, llamado Dany. Tras su captura, fue trasladado bajo estrictas medidas de seguridad a Cali, donde la Fiscalía le imputó cargos por narcotráfico, homicidio agravado, extorsión y tentativa de homicidio. Las autoridades lo señalaron como responsable del 50% de los homicidios ocurridos en Cali entre 2012 y 2016.
El 13 de abril de 2019, Estados Unidos extraditó a Sierra Varela, quien enfrentó cargos relacionados con el tráfico de drogas. Tras un juicio, lo condenaron y cumplió su pena en territorio estadounidense. Según fuentes policiales, al momento de su regreso a Colombia no registra requerimientos judiciales pendientes con las autoridades nacionales.
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Un regreso que genera inquietud
El retorno de alias “Avestruz” y otros deportados plantea serios cuestionamientos sobre las estrategias de reintegración y monitoreo de estas personas. Expertos advierten que la falta de un plan claro para supervisar sus actividades podría aumentar el riesgo de reincidencia delictiva, especialmente en regiones vulnerables al narcotráfico.
La historia de Carlos Julio Sierra Varela refleja la complejidad del narcotráfico en Colombia, un entramado de violencia, corrupción y poder que continúa desafiando a las autoridades. Su regreso marca un nuevo capítulo en el debate sobre cómo manejar el impacto de estas deportaciones en la seguridad del país.
