El brutal ataque a un caballo en el Catatumbo, al que le mutilaron las orejas y marcaron con las iniciales del ELN, ha generado indignación en el país y ha puesto sobre la mesa una discusión inédita en el Congreso; el impacto del conflicto armado en los animales y los ecosistemas. Ante estos hechos, la senadora Esmeralda Hernández, del Pacto Histórico, anunció que en los próximos días presentará un proyecto de ley para reconocer a la fauna y el medioambiente como víctimas de la violencia en Colombia.
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Según la congresista, los grupos armados han utilizado a los animales en diversas formas durante el conflicto, ya sea como instrumentos de guerra o como objetivos de ataques indiscriminados. Además, explicó que los ecosistemas también han sufrido daños irreparables, como la contaminación por voladuras de oleoductos o la colocación de minas antipersona. Sin embargo, hasta ahora estas afectaciones no han sido consideradas en los procesos de justicia y reparación.
Una iniciativa para visibilizar a las “víctimas invisibles”
El proyecto de ley busca garantizar que los animales y el medioambiente sean incluidos en las rutas de atención y reparación que actualmente existen para las víctimas del conflicto. Hernández explicó que, históricamente, se han registrado numerosos casos de violencia contra los animales en medio de la guerra, pero estos han sido invisibilizados en las discusiones sobre justicia y reconciliación.
“Casos como el reciente del caballo en el Catatumbo, el burro bomba en Sucre o el caballo bomba en Boyacá son solo algunos ejemplos de cómo los grupos armados han instrumentalizado y maltratado a los animales. También están los desplazamientos masivos, que dejan a muchos animales abandonados a su suerte, enfrentando hambre, enfermedades y la muerte”, sostuvo la senadora.
Hernández también alertó sobre el impacto ambiental de la guerra, señalando que la destrucción de ecosistemas es una consecuencia directa del conflicto. “Las voladuras de oleoductos contaminan fuentes hídricas, los bombardeos afectan la biodiversidad y las minas antipersona mutilan no solo a los seres humanos, sino también a la fauna silvestre y doméstica”, enfatizó.
El camino para una reparación integral
Con esta propuesta legislativa, la senadora Hernández busca abrir un debate en el país sobre la necesidad de reconocer el sufrimiento de los animales y los ecosistemas en el marco del conflicto armado. La idea es que se establezcan mecanismos de protección, restauración y justicia ambiental que permitan resarcir el daño causado.
Además de reconocer a estas “víctimas invisibles”, la iniciativa pretende sentar un precedente en la legislación colombiana para evitar que se sigan cometiendo estos abusos. “No podemos seguir ignorando que el conflicto armado ha afectado a todas las formas de vida en el país. Este proyecto de ley es un primer paso para cambiar esa realidad y garantizar que los animales y los ecosistemas también sean parte del proceso de justicia y reparación”, concluyó Hernández.
La propuesta será presentada ante el Congreso en los próximos días y se espera que genere un amplio debate sobre el impacto de la guerra más allá de los seres humanos, abriendo la puerta a nuevas políticas de protección animal y ambiental en el país.