La NASA, junto con la Agencia Espacial Europea (ESA), ha elevado el nivel de alerta sobre el asteroide 2024 YR4, el cual ha alcanzado el nivel 3 en la escala de Torino, la cual mide el riesgo de colisiones de objetos celestes con la Tierra. Este es el primer caso en el que un asteroide alcanza dicho nivel, lo que ha generado preocupación a nivel internacional y ha activado protocolos de seguridad planetaria.
Le puede interesar: Avión se estrella sobre avenida en San Pablo: Deja dos muertos y múltiples heridos
La escala de Torino clasifica el riesgo de impactos en una escala del 0 al 10, donde un nivel 3 implica que el objeto podría causar consecuencias significativas, lo que requiere un monitoreo continuo. El asteroide, que fue descubierto en diciembre de 2024, tiene un tamaño estimado de entre 40 y 90 metros de diámetro. Desde su hallazgo, ha sido vigilado por la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), y la probabilidad de un impacto ha aumentado gradualmente, pasando del 1,2% al 2,3% en menos de un mes.
Aunque el riesgo sigue siendo bajo, los cálculos actuales indican que las zonas de mayor riesgo incluyen el océano Pacífico oriental, el Atlántico, el Mar Arábigo, África, el sur de Asia y parte del norte de Sudamérica. Esto pone en alerta a países como Colombia, Venezuela y Ecuador. Sin embargo, los expertos son optimistas y confían en que, para marzo o abril de 2025, la probabilidad de impacto podría reducirse a cero.
Científicos destacan que los asteroides no representan amenaza catastrófica
En caso de un hipotético choque, las consecuencias serían similares a las del evento Tunguska de 1908, cuando un meteorito explotó en Siberia, causando daños significativos en un área de más de 2.000 kilómetros cuadrados. No obstante, los científicos resaltan que los asteroides no representan una amenaza catastrófica tal como a menudo se muestra en las películas de Hollywood.
Según las proyecciones actuales, el asteroide 2024 YR4 podría impactar la Tierra el 22 de diciembre de 2032, con una probabilidad de 1 en 53. A pesar de la incertidumbre, la comunidad científica sigue monitoreando de cerca la trayectoria del asteroide, confiando en que las predicciones se ajusten a medida que se disponga de más datos.
A medida que el seguimiento avanza, los expertos insisten en que los ciudadanos no deben entrar en pánico y continúen confiando en las actualizaciones científicas, que continúan reduciendo las probabilidades de una amenaza inminente.
