En los últimos años, un fenómeno social ha tomado fuerza en diversos países de Latinoamérica: las relaciones entre personas con diferencias de edad significativas, en las que el factor económico juega un papel clave. Se trata de los llamados ‘Sugar Daddies’ y ‘Sugar Mommies’, términos que describen a hombres y mujeres mayores que establecen vínculos con personas más jóvenes a cambio de apoyo financiero, experiencias exclusivas o estabilidad económica.
Este tipo de relaciones han sido objeto de debate y controversia, pues mientras algunos las ven como acuerdos entre adultos que buscan beneficios mutuos, otros advierten sobre las desigualdades de poder que pueden generarse. Sin embargo, lo cierto es que su presencia ha ido en aumento y Colombia se ha posicionado entre los países donde más se practican este tipo de vínculos.
Un reciente informe de la plataforma ‘Seeking Arrangement’, una de las más conocidas en este tipo de encuentros, reveló que Colombia ocupa un lugar destacado en el ranking latinoamericano de países con mayor número de ‘Sugar Daddies’. La lista está liderada por México, seguido por Brasil, República Dominicana y Perú, con Colombia entre los primeros cinco puestos. También figuran en el ranking países como Argentina, Chile, Ecuador, Venezuela, Costa Rica y Panamá.
El auge de esta dinámica en Colombia responde a múltiples factores, entre ellos la situación económica del país, la globalización de las relaciones interpersonales y el acceso a plataformas digitales que facilitan estos encuentros. No es un fenómeno exclusivo de un sector social específico, sino que se presenta en distintos estratos y contextos.
Factores que impulsan este fenómeno en el país
Colombia, al igual que otros países de la región, enfrenta desafíos económicos que han llevado a muchas personas a buscar alternativas para mejorar su calidad de vida. La inflación, la falta de empleo bien remunerado y las dificultades para acceder a educación superior son algunas de las razones que impulsan a algunos jóvenes a explorar este tipo de vínculos.
Para muchos, ser parte de una relación con un ‘Sugar Daddy’ o una ‘Sugar Mommy’ es una oportunidad para alcanzar una estabilidad financiera que, de otro modo, sería difícil de lograr en el corto plazo. Esto es especialmente evidente en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, donde el costo de vida puede ser elevado y las oportunidades laborales limitadas.
Por otro lado, la globalización y la tecnología han jugado un papel fundamental en la expansión de esta tendencia. Las redes sociales hacen más visibles y aceptadas estas relaciones dentro de ciertos círculos, mientras que las plataformas especializadas facilitan los encuentros entre personas interesadas en estos acuerdos.
¿Un fenómeno en crecimiento o una moda pasajera?
Mientras algunos ven este tipo de relaciones como una tendencia efímera influenciada por el auge de la digitalización y la exposición en redes, otros consideran que son parte de una transformación en las dinámicas de pareja. En un mundo donde las estructuras tradicionales de las relaciones están en constante cambio, este tipo de vínculos podrían consolidarse como una opción válida para quienes buscan estabilidad económica y social a través de acuerdos mutuos.
Lea también: Latinoamérica, ¿la región más feliz del mundo? Esto dicen los expertos
Lo cierto es que el fenómeno de los ‘Sugar Daddies’ y ‘Sugar Mommies’ no es nuevo, pero su popularidad en Colombia ha crecido con la digitalización y la crisis económica. Su impacto en la sociedad sigue siendo un tema de debate, especialmente en términos de sus implicaciones éticas y sus efectos en las nuevas generaciones. Mientras tanto, las cifras indican que estas relaciones seguirán existiendo y evolucionando, adaptándose a los cambios sociales y tecnológicos del mundo moderno.
