Desde el sábado 22 de febrero, los juegos de azar en línea en Colombia están sujetos a un nuevo impuesto del 19%. Esta medida, implementada por el Gobierno, busca generar ingresos adicionales para enfrentar la crisis humanitaria en el Catatumbo.
Hasta antes de esta fecha, las apuestas en línea no estaban gravadas con el IVA. Sin embargo, con la nueva normativa, toda transacción realizada en estas plataformas será alcanzada por este impuesto. El objetivo es nivelar el terreno entre operadores nacionales y aquellos con sede en el exterior, quienes también deberán cumplir con la nueva reglamentación.
En ese sentido, el Decreto 0175 establece que el IVA será aplicado a cada depósito que realicen los jugadores en las plataformas de apuestas. Es decir, cada transferencia de dinero o criptoactivos se verá reflejada en el tributo. La obligación de recaudar y transferir el impuesto recae en los operadores de estas plataformas, como WPlay, que ya han notificado a sus usuarios sobre la implementación del cobro.
Reacciones y consecuencias para la industria
La medida ha generado opiniones divididas dentro del sector. Fecoljuegos, el gremio que representa a los operadores legales, advirtió que este nuevo tributo podría impactar negativamente en la sostenibilidad financiera de las empresas. Además, temen que pueda fomentar el uso de plataformas ilegales, reduciendo la recaudación esperada.
A pesar de estos cuestionamientos, el sector de juegos en línea ha demostrado un crecimiento significativo. En el tercer trimestre de 2024, aportó más de $231.343 millones al sistema de salud y generó alrededor de 150.000 empleos formales. Sin embargo, con el nuevo impuesto, el Gobierno estima recaudar entre $600.000 millones y $1 billón para enfrentar la crisis en el Catatumbo.
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El impacto de este gravamen en la industria de apuestas en línea aún está por determinarse. Mientras algunos empresarios alertan sobre posibles efectos adversos, el Gobierno mantiene su postura de que es una medida necesaria para recaudar fondos en un contexto de urgencia social. Con esta decisión, Colombia se suma a otros países que han comenzado a regular y gravar las apuestas digitales, buscando un equilibrio entre ingresos fiscales y sostenibilidad del sector.