El hallazgo del Fuerte de San Matías no solo enriquece el conocimiento sobre las fortificaciones coloniales de la ciudad, sino que también plantea interrogantes sobre su hundimiento. Según los expertos, el castillo hundido se encuentra a seis metros de profundidad, lo que sugiere que en algún momento estuvo en tierra firme antes de quedar sumergida. Este fenómeno podría estar relacionado con variaciones en el nivel del mar o transformaciones en el terreno causadas por la actividad humana y los cambios ambientales.
Para verificar su hipótesis, los investigadores recurrieron a mapas antiguos, documentos históricos y estudios batimétricos previos. Confirmaron que la estructura correspondía a una fortificación del siglo XVI, abandonada en el XVII. Su ubicación sugiere que fue clave en la defensa de la ciudad frente a los ataques piratas que amenazaban el Caribe.
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El proceso de exploración del castillo hundido
Inicialmente, el equipo de investigación tenía como objetivo estudiar la escollera de Bocagrande, una barrera submarina que bloqueó la navegación en la bahía desde el siglo XIX. Sin embargo, durante el análisis, los expertos notaron piedras dispuestas de manera inusual, lo que despertó su interés. A medida que avanzaban en la inspección, encontraron evidencias de una estructura mucho más grande y compleja de lo que esperaban.
Para confirmar sus hallazgos, utilizaron tecnología de imágenes en 3D, que permitió visualizar con claridad los restos arquitectónicos ocultos bajo el agua. También contrastaron los datos con mapas históricos, lo que confirmó la identidad del fuerte y su papel en la defensa de la ciudad. Gracias a este enfoque multidisciplinario, lograron revelar detalles que habían permanecido ocultos durante siglos.
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Implicaciones del hallazgo y próximos pasos
El descubrimiento del Fuerte de San Matías representa un avance significativo en el estudio del patrimonio cultural sumergido de Cartagena. Más allá de su valor histórico, este hallazgo refuerza la necesidad de proteger y preservar los vestigios de la ciudad colonial. Por esta razón, los investigadores han instado a las autoridades y a la comunidad a involucrarse en su conservación y en la difusión de su importancia.
En el futuro, se espera que esta fortificación sea reconocida como parte del Patrimonio Cultural Sumergido de Colombia, lo que permitiría destinar recursos para su estudio y mantenimiento. Además, los expertos planean continuar investigando la evolución del litoral cartagenero para comprender mejor los cambios que llevaron a la sumersión del fuerte. Con más estudios y medidas de protección, este redescubrimiento podrá convertirse en una pieza clave del legado histórico de Cartagena para las generaciones futuras.
