El Gobierno de Gustavo Petro sancionó esta semana la Ley del Ruido, una normativa que había sido aprobada por el Congreso y que busca mitigar los efectos negativos de la contaminación acústica en el país. La Ley 2450 del 4 de marzo de 2025, ya publicada en la página oficial de la Presidencia, pretende establecer regulaciones claras sobre los niveles de ruido permitidos en espacios urbanos y rurales, con el fin de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
La ley fue impulsada por el representante a la Cámara, Daniel Carvalho, quien destacó la importancia de contar con un marco normativo que permita enfrentar los problemas derivados del ruido excesivo en las ciudades colombianas. “Ahora tendremos reglas claras para reducir la contaminación acústica y lograr ciudades más serenas. Esto apenas empieza y estaremos acompañando su implementación efectiva en todo el país”, señaló el congresista a través de sus redes sociales.
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El documento sancionado por el Ejecutivo cuenta con la firma de varios ministros que estarán encargados de su implementación, incluyendo los titulares de las carteras de Salud, Educación, Ambiente, Vivienda, Transporte, Cultura y Defensa. Cada una de estas entidades tendrá un papel clave en la aplicación de la normativa, desde la elaboración de campañas de concienciación hasta la regulación de fuentes de ruido como el tráfico, la industria y los establecimientos comerciales.
Limites de ruido en zonas residenciales
Entre los principales objetivos de la ley se encuentran la creación de límites máximos de ruido en zonas residenciales, la implementación de tecnologías para medir y controlar los niveles sonoros, y el desarrollo de estrategias para reducir el impacto del ruido en la salud de la población. Además, se espera que las autoridades locales adopten medidas para garantizar su cumplimiento y sancionar a quienes infrinjan las regulaciones establecidas.
La contaminación acústica es un problema creciente en las principales ciudades del país, con efectos comprobados en la salud de los ciudadanos, incluyendo estrés, trastornos del sueño y problemas auditivos. Con la entrada en vigor de esta normativa, el Gobierno busca generar un cambio significativo en la gestión del ruido y mejorar la convivencia en los entornos urbanos.
Las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía para conocer los detalles de la ley y contribuir con su cumplimiento, de manera que se puedan construir entornos más saludables y sostenibles para todos.
