Desde Viena, Laura Sarabia, ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, presentó una propuesta ante la ONU para reconsiderar la clasificación de la hoja de coca. Durante su intervención en el 68º período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes, que se celebra en Suiza, Sarabia sugirió que se excluyera la hoja de coca de la lista de sustancias dañinas para la salud, señalando la necesidad de revisar la política global de drogas.
Sarabia expresó que el actual modelo global de lucha contra las drogas no ha logrado resultados satisfactorios. “El narcotráfico ha frenado el desarrollo de nuestro país y ha victimizado a millones de campesinos”, afirmó. Además, cuestionó la eficacia de las estrategias que han dejado en evidencia sus falencias, especialmente en lo que respecta al consumo y tráfico de drogas.
La ministra colombiana hizo resalto en que la propuesta de excluir la hoja de coca de la lista de sustancias dañinas no está orientada a la legalización de la cocaína. Según explicó, el objetivo es reconocer que la hoja de coca, en sí misma, no es perjudicial para la salud. “Solo podremos arrebatarle el control a los narcotraficantes si aprovechamos su potencial para usos industriales, como fertilizantes y bebidas”, aseguró Sarabia.
Compromiso de Colombia con la erradicación
A pesar de esta propuesta, la ministra reiteró el compromiso de Colombia con la erradicación del cultivo de coca y la interdicción del narcotráfico. En este sentido, resaltó que el Gobierno colombiano ha incautado más de 1.9 millones de kilogramos de cocaína desde 2022 y destruido más de 450 laboratorios clandestinos.
Sarabia enfatizo la importancia de generar alternativas productivas viables, como el cultivo de cacao y café, para las regiones más afectadas por el narcotráfico. Indicó que la transformación de territorios como El Catatumbo y el Cañón del Micay es esencial para romper el ciclo de violencia y abandono en las comunidades afectadas.
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La canciller concluyó su intervención pidiendo a la comunidad internacional un cambio en el enfoque global frente a las drogas. Aseguró que la reforma no busca normalizar el narcotráfico, sino adoptar estrategias más eficaces basadas en la evidencia científica. En su mensaje, insistió a la ONU a evaluar esta propuesta con seriedad, para trabajar en soluciones que permitan a Colombia y al mundo avanzar hacia un futuro en paz.