Carlos Edilson Rodríguez, mejor conocido como ‘alias Vallenato’, es el líder del autodenominado Batallón Héroes y Mártires bajo las ordenes de el Frente de Guerra Oriental del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Según información de agencias de inteligencia de las Fuerzas Militares, Policía y Fiscalía, se señala a este hombre de homicidios, desplazamientos forzados, confinamientos, actos terroristas contra la población civil y la Fuerza Pública, amenazas y robos de bienes como ganado, vehículos y equipos electrónicos.
Este conocido cabecilla del Eln es uno de los principales instigadores en la disputaba por el control ilegal del territorio de Arauca, en contra del frente décimo del Estado Mayor Central de Iván Mordisco, disidencias de las Farc, al mando de Luis Felipe Ramírez, alias Pescado.
En el departamento de Arauca su accionar delictivo se concentraba en los municipios de Tame, Puerto Rondón y Cravo Norte. En estos territorios, según indica recientes informes, alias Vallenato se dedicaba especialmente al reclutamiento forzado de menores, ordenando la captación de niños y adolescentes para que sirvan como informantes y vigías, y en el peor de los casos, como escudos humanos ante la persecución de la Fuerza Pública.
Las denuncias recopiladas por la fuerza pública dan cuenta de actos tan terribles en contra de los menores, como lo son el abuso sexual y la venta de los mismo. “Estaría abusando sexualmente de niños y niñas, y hasta ofreciéndolos como ‘mercancía humana’ en fiestas que realiza con amigos y aliados”. describen los informes.
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El gran imperio económico amasado por alias ‘Vallenato’.
En conjunto, todas las actividades ilícitas descritas anteriormente y perpetradas bajo el nombre del Eln, permitieron que Rodríguez acumulara una gran fortuna personal. Entre sus adquisiciones se destacan al menos tres lujosos apartamentos en la Costa Atlántica, uno de ellos en una zona exclusiva de Cartagena, así como casas, fincas ganaderas y establecimientos comerciales en los estados venezolanos de Apure, Anzoátegui y Falcón.
Para encubrir su vinculación con todas estas propiedades de lujo de las autoridades, recurría a testaferros que bien podían ser familiares y amigos de confianza. Con todo y ello, el gran imperio económico que creó se extendía entre Colombia y Venezuela.
En su vida diaria solia gozar de lujos como vestir con prendas de marcas estadounidenses como Chevignon, Americanino y Diesel, y solo usa tenis de marcas exclusivas como Nike o Adidas; obsesionado con perfumes árabes, en las fiestas que solía convocar le gustaba tomar Whisky 18 años. Sus conocidos lo describían como alguien con “gusto por las joyas, cadenas de oro y pulseras de gran tamaño; las cuales luce como símbolo de poder y riqueza”.
