Una investigación liderada por la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional, con apoyo de la agencia estadounidense Homeland Security Investigations (HSI), permitió el desmantelamiento de una red criminal dedicada a la explotación de menores en Colombia. Durante meses, las autoridades rastrearon a los responsables, quienes operaban en Bogotá, Medellín y Anserma, Caldas, vendiendo material ilegal en plataformas digitales ocultas.
Uno de los casos más impactantes dentro de esta organización involucraba a un hombre que utilizaba a sus propias hijas para grabar contenido y atraer a otras víctimas. Bajo engaños, las niñas invitaban a sus amigas a su casa, donde el acusado las amenazaba con un arma de fuego y las obligaba a grabar videos. Según los investigadores, la intimidación era constante, ya que les aseguraba que, si hablaban, lastimaría a sus familias.
Las autoridades lograron identificar los lugares donde se grababan los videos al analizar detalles en las imágenes que coincidían con objetos encontrados en la vivienda del sospechoso. Gracias a estas pruebas, se llevaron a cabo los operativos en los que fueron capturados seis miembros de la red, entre ellos dos hombres y cuatro mujeres. En el procedimiento se incautaron quince teléfonos celulares y un arma de fuego que era utilizada para someter a las víctimas.
Las evidencias recopiladas permitieron documentar al menos once víctimas, aunque las autoridades no descartan que haya más casos por descubrir. En la plataforma estadounidense NCMEC (National Center for Missing & Exploited Children) se identificaron veintinueve videos que esta red producía y distribuía a compradores en distintos países, especialmente en Estados Unidos.
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Los detenidos enfrentan cargos graves por delitos relacionados con la explotación de menores. La investigación continúa para identificar a posibles cómplices y compradores del material ilícito. Este caso ha generado gran conmoción y reabre el debate sobre la necesidad de fortalecer las estrategias de prevención y castigo contra la explotación infantil en entornos digitales.
