Las Fuerzas Militares lograron la captura de Michael Fabiana Hernández Páez, alias ‘Karina Cortés’, una de las cabecillas más relevantes de las disidencias de las Farc en el suroccidente del país. La operación se realizó en el corregimiento de Piedrasentada, en el municipio del Patía, Cauca, donde la detenida se encontraba en el marco de un atentado con explosivos que cobró la vida de un soldado y dejó a otros dos militares heridos.
Alias ‘Karina Cortés’, de 26 años, era una figura clave dentro del Bloque Occidental Jacobo Arenas, con responsabilidades que abarcaban desde la coordinación de finanzas y formación de guerrilleros hasta la ejecución de fusilamientos dentro de la organización. Su influencia se extendía a municipios como Suárez y Santander de Quilichao en Cauca, así como Buenaventura y Jamundí en el Valle del Cauca.
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De acuerdo con fuentes oficiales, la capturada tenía conocimientos avanzados en el manejo de explosivos y lideraba los llamados consejos de guerra dentro de la organización. Se le atribuye la ejecución de fusilamientos internos, entre ellos el de alias ‘Anthony’ en enero de 2024, alias ‘Moisés’ en diciembre de 2023 y alias ‘Aurelio Casillas’ en junio del mismo año. Su rol estratégico dentro del grupo armado respondía a la confianza depositada en ella por alias ‘Pablo Villa’, cabecilla principal del frente Jaime Martínez, una de las estructuras más activas en la región.
Otros tres individuos de las disidencias de las Farc capturados
Junto a ‘Karina Cortés’ fueron detenidos otros tres individuos identificados como alias ‘Karina’, ‘Cristian’ y ‘Tavo’, todos presuntos integrantes de la misma organización criminal. Según las Fuerzas Militares, esta captura debilita significativamente la capacidad operativa de la disidencia y afecta tanto sus finanzas como sus vínculos con carteles del narcotráfico.
Las autoridades han señalado que la detención de esta cabecilla representa un avance clave en la lucha contra la reorganización de las disidencias de las Farc en los departamentos de Cauca, Valle del Cauca y Nariño. Con su captura, se espera una reducción en la ofensiva delictiva de esta estructura y un impacto directo en su plan de expansión en el suroccidente colombiano.
