A partir del 1 de abril de 2025, los peajes en Colombia enfrentarán un nuevo incremento en las tarifas administrados por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y el Instituto Nacional de Vías (Invías). Este será el tercer aumento en lo que va del año, como parte de un ajuste a la inflación y para compensar el congelamiento de tarifas durante el 2023. Con un incremento del 1,86%, las tarifas de peajes aumentarán en todo el país, afectando a quienes dependen de las vías nacionales para sus desplazamientos diarios.
Este aumento afectará principalmente a los peajes más caros del país. Entre los más destacados, se encuentran los de Cisneros, en Antioquia, con un costo de 31.879 pesos, también Pipiral, en la Vía al Llano, que alcanzará los 26.893 pesos, y el peaje del Túnel de Oriente, entre Medellín y Rionegro, que subirá a 25.500 pesos. Estos incrementos han generado preocupación entre los conductores, especialmente aquellos que utilizan estas rutas con frecuencia, ya que el costo de los peajes puede impactar considerablemente su presupuesto.
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El incremento llega en un contexto crítico, pues los peajes ya habían experimentado aumentos en enero y febrero de 2025, de 2,7% y 5,2% respectivamente. Esto ha desatado el descontento de muchos usuarios, quienes consideran que los costos son cada vez más altos para el acceso a las principales arterias viales del país.
Suspensión de cobros en algunos peajes
Cabe resaltar que no todos los peajes estarán sujetos a estos aumentos, puesto que en enero de 2025, el Ministerio de Transporte anunció una suspensión por seis meses de los cobros contractuales en ocho peajes específicos. Estos incluyen los de Fusca, Andes, UniSabana (Accesos Norte I y II), El Placer (Rumichaca-Pasto), Cisneros (Vías del Nus), Carmen de Bolívar (Puerta de Hierro-Cruz del Viso), Aburrá (Autopista al Mar 1) y Machetá (Transversal del Sisga). Esta medida busca aliviar la carga económica de los conductores de esas zonas.
El ajuste en las tarifas de peajes responde principalmente a la necesidad de compensar el congelamiento de tarifas de 2023, debido a las dificultades económicas generadas por la pandemia. Durante ese año, las tarifas se mantuvieron estancadas, lo que impidió la actualización conforme a la inflación y el mantenimiento de las vías. Este aumento busca asegurar la viabilidad de los proyectos viales y la calidad del sistema de carreteras en Colombia.
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El sistema de peajes en Colombia ha sido objeto de críticas, especialmente por su comparación con otros países de América Latina. En países como Chile y México, las tarifas son significativamente más bajas. Sin embargo, expertos argumentan que los costos en Colombia están justificados por la necesidad de mantener una red de carreteras de alta calidad y asegurar el desarrollo económico a largo plazo.