En un anuncio crucial para la lucha contra el narcotráfico, el Gobierno Nacional confirmó que se reanudará el uso de glifosato en la fumigación terrestre de cultivos ilícitos. Esta decisión, tomada por el Ministerio de Defensa, se toma como parte de una estrategia integral para hacer frente a la creciente expansión de los cultivos de coca en Colombia. Aunque se había suspendido el uso de glifosato en 2022, el Ministro Pedro Sánchez lo confirmo, aunque el Presidente Petro dijera que era mentira.
El Ministerio de Defensa, a través de la Dirección de Antinarcóticos, ha abierto oficialmente el proceso de contratación para adquirir plaguicidas con glifosato. Según el Brigadier General Carlos Fernando Triana, este proceso está en fase de estructuración y se basa en tres pilares, el mantenimiento de aeronaves, la contratación de personal para erradicación manual y el uso de agroquímicos para la fumigación terrestre. Esta intervención se llevará a cabo en áreas clave como Nariño, Cauca, Putumayo y el Catatumbo, donde se concentran los principales cultivos de coca.
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El enfoque diferenciado y la prioridad de la sustitución
Pedro Sánchez, el Ministro de Defensa, resalto que el gobierno prefiere implementar políticas de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, sin embargo, el uso de glifosato se considera una herramienta disponible en su lucha contra el narcotráfico. Según Sánchez, el objetivo es “no hacer rentable” el cultivo de coca, y para ello, se continuará promoviendo el programa de sustitución mientras se emplea la fumigación terrestre en áreas específicas donde la erradicación forzosa es necesaria.
En algunos lugares como el Catatumbo, el gobierno planea facilitar la transición a cultivos lícitos, mientras que en otros, el desafío es más complejo. El Ministro remarcó que, si bien el gobierno busca evitar el uso del glifosato, las circunstancias actuales demandan un enfoque multifacético.
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Mientras que algunos sectores ven en esta medida una solución rápida para reducir la producción de coca, otros cuestionan su efectividad a largo plazo y los posibles impactos ambientales. La ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, aclaró que la fumigación se realizará con una baja concentración de glifosato para mitigar riesgos para la salud humana y el medio ambiente.
Ahora el gobierno espera que la combinación de erradicación, sustitución de cultivos y otras medidas estratégicas permita frenar el crecimiento de los cultivos ilícitos. Sin embargo, en el 2023, la superficie de cultivos de coca aumentó en un 10%, alcanzando las 253,000 hectáreas, mientras que la producción de cocaína también creció en un 53%.
