En un despliegue sin precedentes, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) llevó a cabo un megaoperativo simultáneo en 12 cárceles del país, logrando incautar una amplia gama de objetos prohibidos que pone en evidencia las fallas en los controles de seguridad dentro del sistema penitenciario. Las autoridades encontraron no solo celulares y armas blancas, sino también consolas de videojuegos como Nintendo y PlayStation, proyectores, módems wifi y hasta una especie de licor artesanal, conocido como chamber.
La operación, ejecutada en horas de la madrugada del miércoles y liderada por más de 480 funcionarios, se concentró en pabellones de máxima seguridad, donde se encuentran recluidos alrededor de cinco mil internos. Durante más de ocho horas, celda por celda fue inspeccionada por unidades especiales, quienes quedaron sorprendidas con el nivel de tecnología que algunos privados de la libertad habían logrado introducir.
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“Estamos hablando de incautaciones que van desde 250 teléfonos celulares y 448 accesorios tecnológicos, hasta consolas de entretenimiento que ni siquiera se ven en muchos hogares. Esto indica una vulnerabilidad seria en los controles de ingreso a los centros de reclusión”, explicó el coronel Daniel Gutiérrez, director del Inpec.
Incautado 135 armas y 2 kilos de sustancias ilícitas
A lo incautado se suman 135 armas cortopunzantes, más de 2 kilos de sustancias ilícitas y cerca de 450 litros de chamber, una bebida alcohólica de fabricación artesanal que los internos preparaban en improvisadas destilerías dentro de las cárceles.
Según el Inpec, este tipo de operativos se enmarca en una estrategia nacional para recuperar el control institucional, frenar las redes delictivas que operan desde el interior de las prisiones y combatir la corrupción que podría estar facilitando el ingreso de estos elementos. “Este es solo el comienzo. Las investigaciones internas ya están en marcha y no descartamos sanciones disciplinarias para quienes, por acción u omisión, permitieron este ingreso irregular”, añadió el coronel Gutiérrez.
Todos los elementos decomisados serán ahora material probatorio en procesos judiciales y disciplinarios que podrían impactar tanto a internos como a funcionarios comprometidos en estos hechos.