Las minas antipersonal siguen cobrando víctimas en el Catatumbo, no solo entre la población civil, sino también en los animales que acompañan el día a día de las comunidades rurales. En Tibú, Norte de Santander, una mula que perdió una de sus patas tras pisar una mina logró recuperarse gracias a una prótesis hecha a su medida, convirtiéndose en un caso inusual en medio de un contexto marcado por el conflicto.
Se trata de ‘Simpática’, una mula que resultó gravemente herida cuando caminaba por la vereda Vetas de Oriente, en zona rural de Tibú. Esta zona que se veía fuertemente afectada por las disputas entre grupos armados ilegales, se ha convirtió en una trampa mortal también para los animales. En este caso, la explosión dejó a la mula con una extremidad completamente destrozada.
El veterinario Brand Mogrovejo, oriundo del municipio, fue quien asumió la atención del caso. Según relató, las opciones eran limitadas, practicarle la eutanasia o intentar un procedimiento quirúrgico que le permitiera conservar la vida, aunque con una extremidad menos. “Yo decidí de todo corazón ayudarla y realizar este procedimiento para darle una mejor calidad de vida”, palabras del profesional citadas por ‘La opinion’.
Luego de amputarle tres falanges y el casco, inició un proceso de rehabilitación que, aunque exitoso, dejó en evidencia la necesidad de una prótesis que le permitiera recuperar movilidad. Fue entonces cuando la historia llegó hasta Bogotá y captó la atención de ‘Super Mascotas’, una empresa especializada en prótesis para animales.
Una prótesis hecha en tiempo récord
Diseñadores y veterinarios trabajaron juntos para crear un dispositivo que fuera funcional y capaz de soportar más de 200 kilos. El terreno donde se desplaza la mula no es fácil, por lo que la prótesis debía adaptarse a esas condiciones.
La empresa, que ya ha desarrollado soluciones similares para perros, gatos e incluso aves, asumió el reto por primera vez con un animal de este tamaño. Tras realizar los análisis biomecánicos, se diseñó una prótesis articulada, fabricada en impresión 3D, liviana pero resistente.

En medio del proceso, Simpática fue reaccionando positivamente. Tras recibir la prótesis, descansó brevemente y poco después, volvió a ponerse de pie.
Un nuevo propósito para la mula sobreviviente
Actualmente, Simpática se ha convertido en un símbolo de resistencia. Su historia ha conmovido a la comunidad y ahora hace parte de un programa de equinoterapia dirigido a niños, jóvenes y personas con baja autoestima o miedo hacia los animales.
Lea también: Cifras de inseguridad: bajan los hurtos, pero crece la violencia
Mientras tanto, organizaciones y activistas insisten en que los animales también deben ser protegidos en los escenarios de guerra. Aunque Simpática tuvo una segunda oportunidad, muchos otros no corren con la misma suerte. Su caso se convierte en un llamado para que se garantice el respeto por la vida de todos los seres sintientes, incluso en medio del conflicto.