Durante una visita al Meta, en medio de su agenda sobre cárceles productivas, el presidente Gustavo Petro volvió a lanzar críticas al sistema judicial. Esta vez, centró su discurso en las penas que reciben algunos condenados por corrupción frente a quienes participaron en actos de protesta.
Petro tomó como ejemplo el caso de Sneyder Pinilla, exfuncionario de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, y el de la influenciadora Epa Colombia, condenada por vandalismo.
Mientras Pinilla recibió una pena de cinco años y ocho meses tras firmar un preacuerdo con la Fiscalía, Epa Colombia fue sentenciada a más de cinco años de prisión por dañar una estación de TransMilenio durante las protestas de 2019.
“¿Cuánto le pusieron a Epa? Cinco años de prisión. ¿Y qué fue lo que hizo Epa? ¿Nos robó? No, la señora rompió un vidrio porque participó de las manifestaciones juveniles: un acto de protesta”, manifestó el presidente en su discurso.
¿Hay un sesgo de clase y género?
En su intervención, Petro no se limitó a señalar la diferencia entre ambas sentencias. Fue más allá al argumentar que existen factores sociales que pudieron influir en la dureza de la condena contra la influenciadora.
“A Epa la condenan más que a Pinilla porque es mujer, uno; porque es mamá, dos; porque es levantada, tres, como dicen; y cuatro, porque protestó”. Afirmó el mandatario.
También criticó que, mientras Pinilla podría salir del país eventualmente, Epa quedará marcada de por vida por haber sido condenada por terrorismo. Según él, esta situación la inhabilita incluso para moverse libremente por aeropuertos internacionales.
“Yo pienso que el terrorista era él, no ella. Pero así ha sido en el día de hoy”, expresó.
Rebajas y privilegios judiciales tras caso de corrupción UNGRD
Sneyder Pinilla, exsubdirector de manejo de desastres de la UNGRD, aceptó su responsabilidad en un caso de corrupción y devolvió parte del dinero. Gracias a un acuerdo con la Fiscalía, logró una rebaja del 45 % de la pena.
Su condena quedó en cinco años, ocho meses y un día de prisión, tras colaborar con las autoridades y confesar que actuó como uno de los enlaces que se encargará para repartir coimas y desviar recursos a través de contratos amañados.
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Petro criticó duramente este contraste. “El otro es un rufián terrible, se roba los dineros del erario público, es un corrupto, diría yo. Y lo condenan menos”.
Según el presidente, el sistema judicial colombiano tiende a castigar con más fuerza a quienes protestan que a quienes roban al Estado. Lo considera un modelo que no prioriza la verdad, sino el castigo.
“Tenemos un sistema de justicia que es injusto, que no se traza hacia la verdad, sino hacia el castigo”, puntualizó Petro.