El soldado profesional Julio César Vásquez, quien había sido secuestrado el pasado 7 de abril por presuntos miembros de las disidencias de las Farc, fue hallado muerto en el corregimiento de Potrerito, jurisdicción del municipio de Jamundí, Valle del Cauca. Así lo confirmó el Comando de la Tercera Brigada del Ejército Nacional, tras labores de búsqueda coordinadas con la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación.
Vásquez, que se encontraba en proceso de retiro dentro de un programa de formación institucional, fue abordado por hombres armados en su vivienda en la vereda San Antonio, zona rural de Santander de Quilichao (Cauca), y obligado a subir a un vehículo. Desde entonces, su paradero era desconocido.
Las autoridades atribuyen el secuestro a integrantes de la estructura Jaime Martínez, grupo armado vinculado a las disidencias del Estado Mayor Central, liderado por alias ‘Iván Mordisco’. Tras conocerse la noticia de su asesinato, el Ejército calificó el hecho como un acto atroz y una afrenta directa a la labor de quienes arriesgan su vida por la seguridad del país.
Dolor e indignación en las Fuerzas Armadas
El hallazgo del cuerpo sin vida del soldado Vásquez fue recibido con profundo pesar por parte de sus compañeros de armas y familiares. La institución castrense expresó sus condolencias y aseguró que brindará acompañamiento psicosocial y jurídico a sus seres queridos. Además, exigió justicia y resultados concretos en la investigación penal que ya adelanta la Fiscalía.
“La violencia contra nuestros soldados es inaceptable. No vamos a permitir que crímenes como este queden impunes. Honraremos la memoria del soldado Vásquez y continuaremos luchando contra quienes amenazan la paz del país”, señaló el Ejército en su pronunciamiento oficial.
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El crimen ocurre en un contexto de recrudecimiento de la violencia en el suroccidente colombiano, donde estructuras armadas ilegales mantienen una presencia activa que ha generado zozobra en comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes.
