La mañana del miércoles 30 de abril, Popayán y Santander de Quilichao vivieron momentos de tensión luego de que se detectaran pancartas atribuidas a las disidencias de las Farc, lideradas por alias Iván Mordisco. Los mensajes fueron ubicados en puntos estratégicos del departamento del Cauca y generaron alarma entre la ciudadanía, especialmente por la posibilidad de que contuvieran explosivos.
Uno de los casos más delicados ocurrió en la variante de la vía Panamericana, a la altura de Popayán, una de las rutas más transitadas del suroccidente del país. La Policía, al notar la presencia de la estructura, activó de inmediato los protocolos de seguridad, incluyendo la inspección con un equipo antiexplosivos.
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Perros detectan posible carga explosiva en Popayán
Durante el operativo, un perro entrenado para la detección de explosivos hizo una marcación positiva al acercarse a la pancarta. Esta señal llevó a las autoridades a cerrar completamente el tránsito vehicular por la zona, desviando la circulación hacia el centro de la ciudad. La medida, aunque preventiva, provocó un gran caos vehicular durante varias horas.
Mientras tanto, los técnicos especializados procedieron a desplegar un robot diseñado para manipular objetos sospechosos de forma remota. El equipo se utilizó para inspeccionar el interior de la pancarta, con el objetivo de verificar si contenía material detonante.
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Autoridades investigan estrategia de intimidación
Las autoridades creen que esta acción no fue un hecho aislado. La instalación simultánea de pancartas en diferentes municipios del Cauca sugiere una posible estrategia de las disidencias para reafirmar su presencia en la región e intimidar a la población. Esta modalidad de propaganda violenta, preocupa a los organismos de seguridad por el nivel de riesgo que representa para la ciudadanía.
El despliegue de estos mensajes, atribuidos a estructuras armadas al margen de la ley, coincide con un contexto de creciente tensión en varios territorios del suroccidente colombiano, donde la presencia de grupos ilegales sigue desafiando la institucionalidad.