Un trágico accidente de tránsito ocurrido el pasado 15 de mayo en la isla de San Andrés dejó como saldo una mujer muerta y cinco personas heridas, entre ellas dos menores de edad. La familia Córdoba Gutiérrez, procedente de Neiva, se encontraba de vacaciones en la isla y realizaba un recorrido turístico en un carro playero, cuando, según versiones preliminares, un bus de servicio público se atravesó en su camino y provocó el impacto. El choque fue tan fuerte que el vehículo quedó destruido, y sus ocupantes resultaron gravemente afectados.
La colisión causó la muerte de Yined Castro Rojas, abuela de la familia, quien sufrió un trauma craneoencefálico severo. Pese a los esfuerzos médicos, la mujer falleció días después en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Departamental de San Andrés. El siniestro también dejó a varios familiares heridos con lesiones de alta complejidad. Testigos aseguraron que la escena fue desgarradora: algunos cuerpos quedaron tendidos sobre la vía, mientras otros permanecían atrapados entre los restos del vehículo.
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Heridos permanecen en la isla sin atención especializada
Entre los lesionados se encuentra Liseth Córdoba, hija de la víctima mortal, quien sufrió múltiples fracturas, incluyendo una en el cráneo. Su hermana, Estefanía Córdoba, presentó fracturas en la pierna derecha. Moisés Gutiérrez Tovar resultó con contusiones en el rostro y en uno de sus brazos. Además, los menores Isabela y Juan Esteban Gutiérrez Córdoba, de 11 y 12 años respectivamente, permanecen en estado delicado. La primera sufrió fracturas en el rostro y el segundo, una fractura en la mandíbula, además de varios hematomas.
Aunque todos recibieron atención inicial en el centro asistencial de la isla, los médicos advirtieron la necesidad de realizar procedimientos especializados, especialmente en el caso de los menores, que requieren cirugía maxilofacial y ortopédica. Sin embargo, el hospital de San Andrés no cuenta con los recursos necesarios para estos tratamientos, por lo que la familia solicitó el traslado urgente a Neiva, donde ya cuentan con el aval de ingreso en el Hospital Universitario.
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Retrasos en traslado agravan situación de la familia
La familia Córdoba denunció que, pese a su crítica situación médica, la EPS a la que están afiliados ha negado el envío de un avión medicalizado, argumentando que dicha responsabilidad corresponde al Soat. Esta falta de respuesta ha impedido que los heridos puedan acceder a la atención requerida. “Necesitamos que nos trasladen para que operen a los niños. Aquí no hay especialistas y el tiempo pasa”, declaró Liseth Córdoba, sobreviviente del accidente.
Los familiares afectados aseguran que han agotado las vías administrativas sin obtener una solución. Mientras tanto, los pacientes continúan hospitalizados en San Andrés tras el accidente, sin acceso a los procedimientos quirúrgicos que necesitan con urgencia. El caso ha generado preocupación por la falta de coordinación entre las entidades del sistema de salud y ha dejado en evidencia las dificultades que enfrentan los ciudadanos al sufrir emergencias médicas fuera de su lugar de origen.