En un nuevo capítulo de cooperación internacional, el Gobierno de Estados Unidos entregó oficialmente tres embarcaciones tipo Apostle a la Guardia Costera de la Armada Nacional de Colombia. La donación, valorada en 3,8 millones de dólares, fortalece la lucha regional contra el narcotráfico y otras actividades ilícitas en el mar. La ceremonia de entrega, celebrada en Cartagena, contó con la presencia de autoridades diplomáticas y militares de ambos países. Esta acción refuerza los lazos estratégicos entre Colombia y Estados Unidos, que desde hace décadas mantienen una alianza activa para enfrentar amenazas comunes.
Las embarcaciones en Colombia fueron acompañadas por un paquete de entrenamiento especializado con un valor adicional de 150.000 dólares. Esta formación permitirá que el personal de la Armada opere y mantenga de manera eficiente los nuevos equipos. John McNamara, encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos en el país, destacó el impacto de esta entrega. “Estas embarcaciones son herramientas clave en nuestra lucha conjunta contra las actividades ilícitas que alimentan la violencia y la inestabilidad en la región”, afirmó.
Fortalecimiento de capacidades operativas
El vicealmirante Hernando Enrique Mattos, junto con otros altos mandos navales colombianos, recibió los botes en representación de la Armada. Las unidades tipo Apostle están diseñadas para operar en condiciones marítimas exigentes, con alta velocidad, resistencia y maniobrabilidad. Su versatilidad permitirá intensificar las operaciones de control del dominio marítimo, búsqueda y rescate, y respuesta rápida ante amenazas. Estos equipos se convierten en un refuerzo directo a la misión de proteger las costas colombianas y salvar vidas en el mar.
La canciller Laura Sarabia y altos oficiales como los contraalmirantes Oramas Maldonado y Cabrera Martínez también participaron en la entrega. Todos coincidieron en que esta cooperación refuerza no solo las capacidades técnicas, sino también la confianza política entre los dos gobiernos. La entrega de las embarcaciones se enmarca en una política sostenida de colaboración contra el crimen organizado transnacional. Según los voceros, este esfuerzo compartido refleja la responsabilidad mutua de garantizar una región más segura.
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Al cierre del evento, McNamara resalto el valor simbólico de esta entrega. “No son solo activos operativos, sino símbolos de nuestro compromiso mutuo para proteger vidas, defender fronteras y frenar a quienes amenazan la paz”, concluyó. Esta donación reafirma el papel clave de la cooperación internacional en la defensa de la seguridad marítima y regional.
