La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó de manera enfática los ataques ocurridos en al menos 14 municipios del suroccidente colombiano, que dejaron un saldo trágico de ocho muertos entre ellos seis civiles y dos policías, 83 heridos, tres de ellos menores de edad, y múltiples daños a bienes civiles.
Scott Campbell, representante en Colombia del organismo, expresó su solidaridad con las víctimas, con las autoridades locales y con toda la sociedad civil afectada por la violencia. “Es un momento doloroso para el país, que requiere unidad, respuestas institucionales efectivas y un compromiso firme con los derechos humanos”, afirmó.
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Según la ONU, estos hechos no solo causaron pérdidas humanas, sino que también provocaron la suspensión de clases, desplazamientos y un ambiente de temor entre la población. Por ello, la entidad hizo un llamado a las autoridades competentes para que avancen con celeridad en investigaciones rigurosas que permitan establecer responsabilidades y sancionar a los responsables, tanto materiales como intelectuales.
La ONU instó al Estado de Colombia a fortalecer las estrategias de prevención
Además de pedir justicia, la Oficina instó al Estado colombiano a fortalecer sus estrategias de prevención y a aplicar, con enfoque territorial y de derechos humanos, las políticas existentes de seguridad y desmantelamiento de organizaciones criminales. También recomendó que dichas estrategias incluyan enfoques diferenciales étnicos, de género, de infancia y de campesinado, y que se garantice la participación ciudadana en la construcción de soluciones.
En línea con su llamado a la paz, la ONU resaltó la importancia del Consejo de Seguridad extraordinario que se llevó a cabo en Cali este miércoles, y expresó su esperanza en que de allí surjan decisiones concretas que frenen la escalada de violencia en la región. La entidad recordó además que los grupos armados no estatales tienen obligaciones en materia de derechos humanos y deben cesar prácticas como el reclutamiento de menores.
Finalmente, la Oficina reiteró su invitación a partidos políticos, organizaciones sociales, medios de comunicación y la ciudadanía en general a sumarse al “Compromiso por unas elecciones libres de violencia y en paz”, promovido junto a la Defensoría del Pueblo, la Iglesia Católica y organismos internacionales. Campbell cerró su pronunciamiento con un llamado a la empatía, la solidaridad y el rechazo unánime a cualquier forma de violencia.
