La Plenaria del Senado ha aprobado 42 de 77 artículos de la ponencia mayoritaria de la reforma laboral. Viene de una discusión intensa del proyecto desde ayer 11 de junio, cuando lograron aprobar 17 artículos. Ese mismo día, el presidente Gustavo Petro aseguró que retiraría el decreto de la consulta popular si el Congreso aprobaba reformar bajo sus condiciones.
Es el cuarto y último debate que le resta a la reforma para salir victoriosa. En caso de ser aprobada, entrará a conciliarse con la Cámara de Representantes, en donde el gobierno Petro tiene más aliados y un mayor margen de maniobra. Más temprano, fue negada la ponencia alternativa de la senadora del Pacto Histórico, Aída Avella, la cual conservaba la esencia inicial de la reforma del gobierno. Esta ponencia mayoritaria, que viene de la Comisión Cuarta, tiene apoyos del Pacto, pero también grandes desencuentros.
Por su parte, el presidente Petro la señala de ser una “contrarreforma laboral neoesclavista”. La ponencia contiene la mayoría que la Cámara acordó con la entonces ministra de Trabajo, Gloria Ramírez, pero tiene otros choques. Por ejemplo, los contratos para los aprendices del Sena y las jornadas laborales hasta las 6 de la tarde y extras desde las 7 de la noche.
Contexto: Senado recibe ponencia alternativa de la reforma laboral.
El choque entre el gobierno y el Congreso por la reforma laboral
El paso por la reforma laboral en el Congreso es toda una novela. Aunque había logrado aprobarse en dos debates de la Cámara, ocho senadores de la Comisión Séptima del Senado firmaron su archivo. La hundieron sin siquiera discutirla. Eso terminó de recrudecer las tensiones entre el presidente y el Congreso. Finalmente, Petro llamó a una consulta popular por la reforma, pero esta también se hundió en Senado con 49 votos en contra y 47 a favor. Sin embargo, tras hundir la consulta, el Senado aprobó revivir la reforma laboral tras apoyar una apelación contra el archivo.
Lo que vino de ahí, es historia. El gobierno y el Pacto mantienen una pelea con el Senado, pues dicen que hubo presunto fraude en la votación y que no se respetaron las garantías. Mientras tanto, el presidente de esa corporación, Efraín Cepeda, envió la reforma revivida a la Comisión Cuarta, en donde la discusión fue liderada por la senadora del Partido Verde, Angélica Lozano. En ese trámite, la Comisión Cuarta mantuvo la esencia del proyecto, aunque hizo algunos ajustes que no terminaron de convencer al gobierno. Ahora debe superar su cuarto y último debate en Plenaria.
Pese a esto, la pelea no ha parado. Tras el atentado al senador y precandidato presidencial, Miguel Uribe Turbay, el presidente había dicho que estaba dispuesto a frenar la firma del decreto para convocar la consulta popular. Pero se echó para atrás cuando el Senado decidió suspender sesiones en apoyo a Uribe Turbay. Finalmente, el Senado reanudó sesiones y Petro firmó el decreto. Solo se derogará antes de las urnas si los puntos que se le preguntan al pueblo para que exprese su orden constituyente, sean respondidos positivamente por el Congreso”, dijo el presidente.
La oposición al decreto
Este 12 de junio, un día después de haberlo firmado y de que Petro pidiera en plaza pública desde Cali al Senado aprobar la laboral, ocho partidos lo demandaron. Lo consideran “ilegal” e “inconstitucional”. A la Corte Constitucional también han hecho otras demandas contra el decreto.
Mientras tanto, el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, insiste en que el presidente tiene la facultad legal para decretar la consulta. Según el ministro, la Constitución lo permite cuando el Congreso “no se pronuncia de forma válida” tal como considera el gobierno que ocurrió. En medio de esta contradicción, la reforma laboral se aprueba a contrarreloj en el Senado. Las sesiones van hasta el próximo 20 de junio, cuando termina el tercer año legislativo del Congreso.
Lea más: Petro firma decreto que convoca la consulta popular.
