Colombia fue aceptada oficialmente como miembro del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), la entidad financiera del grupo BRICS —conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica—. La confirmación fue entregada este miércoles por la canciller Laura Sarabia, luego de semanas de expectativa tras la solicitud formal de ingreso realizada en mayo.
Este acceso no convierte a Colombia en miembro pleno del bloque económico. Sin embargo, permite acceder a recursos de financiación para proyectos de infraestructura, desarrollo sostenible y transformación energética, entre otros. La participación será similar a la que se mantiene con instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo.
El anuncio se produjo tras una reunión entre el presidente de Colombia Gustavo Petro y Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil y actual presidenta del banco de desarrollo de los BRICS. Ambos coincidieron en fortalecer modelos alternativos de cooperación internacional, especialmente en el Sur Global. Este acercamiento se da en un contexto de distanciamiento diplomático entre Colombia y Estados Unidos. Particularmente, por la entrada del país a la iniciativa china de la Franja y la Ruta, vista con recelo por Washington.
Impacto económico en el contexto global
Actualmente, Colombia enfrenta un arancel del 10% en sus exportaciones a Estados Unidos, salvo por bienes minero-energéticos. Esta medida —impuesta por el gobierno de Donald Trump— sigue vigente y podría endurecerse al finalizar una pausa de 90 días en julio.
Ante este panorama, el ingreso al NDB representa un alivio estratégico. Permite explorar nuevas formas de cooperación, créditos en condiciones favorables y diversificación de socios económicos. Para Alejandro Toro, presidente de la Comisión Segunda de Relaciones Exteriores, se trata de “un paso histórico hacia una nueva arquitectura financiera global”.
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Los BRICS agrupan economías emergentes con alta influencia global. Representan cerca del 37% del PIB mundial y han promovido un modelo multilateral alternativo al del G7. En 2024, sumaron nuevos miembros como Egipto, Arabia Saudita e Indonesia, y asociaron países como Bolivia y Cuba.
El banco de desarrollo busca financiar proyectos sin depender del dólar. Para Colombia, esto podría marcar el inicio de una nueva etapa de autonomía económica frente a los centros tradicionales de poder financiero.