“El pueblo trabajador de Colombia ha ganado su primera victoria después de 34 años”, dijo el presidente Gustavo Petro. Lo hizo en celebración de la conciliación aprobada de la reforma laboral en la Cámara y Senado. Además, tal como dijo días antes, señaló que sancionará la reforma y derogará el decreto que convoca una consulta popular. Además, insistió en en que una Asamblea Nacional Constituyente es “necesaria”.
Con 126 votos por el Sí y 2 por el No en Plenaria de Cámara, y 59 votos positivos y 16 negativos en la Plenaria del Senado, este 20 de junio el Congreso aprobó la conciliación de la reforma. Este el último paso para que la reforma sea sancionada por el presidente y se convierta en ley. Bancadas del Pacto Histórico e independientes aliadas al gobierno, celebraron la decisión.
El texto final conservó más del 80% de lo propuesto por el gobierno, algo que calificó de ser “una victoria”. La reforma aprobó el contrato laboral para aprendices del Sena, los recargos para domingos y festivos del 100% —que empezarán progresivos del 75%— y establece las horas extra desde las 7 p.m. hasta las 6 a.m., las cuales regirán seis meses después de que la reforma entre en vigencia. También eliminó el trabajo por horas y la jornada del 4×3.
Contexto: Gobierno celebra aprobación de la Reforma Laboral como un triunfo histórico.
¿Y ahora qué?
Con la aprobación de la reforma laboral, el gobierno empaca otra victoria en su maleta. Sin embargo, ocurre en uno de los puntos más álgidos de la confrontación del gobierno con la oposición, los empresarios y las instituciones. La reforma se debatió contrarreloj tras ser revivida por el Senado, al hundir la primera consulta popular presentada por el presidente. Con el tiempo encima, la Comisión Cuarta del Senado la tramitó y logró pasarla a Plenaria del Senado, en donde fue aprobada en su último y cuarto debate.
Tras caerse su primera consulta en Senado, el presidente la convocó vía decreto. Este fue impulsado por el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, y firmada por todos sus ministros. Aunque el registrador y el Consejo de Estado no le dieron concepto positivo, el gobierno estaba esperando el concepto de la Corte Constitucional. Sin embargo, con la aprobación de la reforma y al mantener más del 80% de lo propuesto por el gobierno, Petro derogará el decreto para que ya no vaya y firmará el proyecto.
Sin embargo, en medio del triunfo, hay tragos amargos. Al presidente también le hundieron la consulta popular 2.0, que además contenía cuatro preguntas adicionales sobre el sector salud. Y la Corte Constitucional devolvió su reforma pensional a la Cámara para que subsane los vicios de trámite. Esta última, el gobierno no lo leyó como una derrota, sino como una buena noticia. En términos prácticos, el alto tribunal le dio una segunda oportunidad y no la tumbó.
La insistencia de Petro por una Constituyente no se va
En medio de todo este panorama, el presidente insiste en que es “necesario” convocar una Asamblea Nacional Constituyente. Ha lanzado ese globo desde el año pasado. Aunque las aguas se calmaron a mitad del 2024 con la llegada del exministro del Interior, Juan Fernando Cristo, este año volvieron a agitarse. El presidente revoca al “constituyente primario” —el pueblo— como el dueño del poder. E insiste en convocar la constituyente parra reformar la Constitución de 1991.
Esta vez, la mencionó de nuevo. “Será entregada una papeleta para convocar la asamblea nacional constituyente en las próximas elecciones. Espero la decisión de millones para que el próximo gobierno y congreso tengan el mandato imperativo de construir el estado social de derecho”, anunció Petro. El mandatario además señaló que no busca derogar la Constitución, sino “volverla práctica”.
Detrás de la constituyente está la sombra de la reelección. Sectores de la oposición, como los partidos Centro Democrático y Cambio Radical, insisten en que Petro quiere reformar la Constitución para reelegirse otro periodo como presidente. Sin embargo, Petro ha dejado claro una y otra vez que no le interesa quedarse en el poder. Además, la propuesta de reelección no tiene mucho eco en el Pacto Histórico. La senadora de esa bancada, Isabel Zuleta, le ha hecho guiños a la propuesta, pero sin recibir apoyos.
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