El presidente Gustavo Petro ya firmó oficialmente la directriz que deroga el decreto que convocaba la consulta popular por la reforma laboral. Vida, el periódico oficial de Presidencia, lo informó en la mañana de este miércoles 25 de junio. Petro lo derogó horas antes de sancionar la reforma laboral en el Museo Casa Quinta de Bolívar, en Bogotá.
El decreto que deroga la consulta quedó firmado por todos los ministros del gabinete. También los que están como encargo en ausencia de los titulares de la cartera. Esta vez además firmaron la canciller Laura Sarabia y los ministros de Minas y Justicia, Edwin Palmira y Eduardo Montealegre —respectivamente—. Sus firmas no aparecieron en el decreto que convocó la consulta.
En el decreto, el gobierno insistió en que convocó la consulta por un presunto “bloqueo institucional” a la reforma laboral. Inicialmente, la reforma fue hundida por la Comisión Séptima del Senado, lo que motivó la consulta. Sin embargo, el Senado tumbó la consulta y revivió la laboral. Esta salió victoriosa la semana pasada en Congreso. Y ya el presidente la sancionó, algo que la convierte oficialmente en ley y le dará paso a su implementación progresiva.
Petro había prometido derogar la consulta popular
La promesa tenía una condición: que el Senado acogiera el texto aprobado en Cámara y mantuviera la esencia inicial pactada por su gobierno. El pasado viernes 20 de junio, esa condición se hizo realidad. Con 126 votos por el Sí y 2 por el No en Plenaria de Cámara, y 59 votos positivos y 16 negativos en la Plenaria del Senado, el Congreso aprobó la conciliación de la reforma. “El pueblo trabajador de Colombia ha ganado su primera victoria después de 34 años”, dijo el presidente.
El texto final conservó más del 80% de lo propuesto por el gobierno, algo que calificó de ser “una victoria”. La reforma aprobó el contrato laboral para aprendices del Sena, los recargos para domingos y festivos del 100% —que empezarán progresivos del 75%— y establece las horas extra desde las 7 p.m. hasta las 6 a.m., las cuales regirán seis meses después de que la reforma entre en vigencia. También eliminó el trabajo por horas y la jornada del 4×3.
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