En un anuncio clave para el futuro del empleo en Colombia, el Ministerio de Trabajo confirmó que la próxima semana comenzará la expedición de decretos reglamentarios que activarán la recién sancionada reforma laboral. Este paso marca el inicio del proceso de implementación de una ley que promete transformar las relaciones laborales, los derechos de los trabajadores y los deberes empresariales en el país.
Durante el acto de sanción presidencial de la reforma, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, aseguró que el Gobierno ya tiene preparado un plan técnico para regular la entrada en vigencia de cada componente de la ley. “No se trata solo de promulgar. Lo importante ahora es aterrizar lo aprobado en el Congreso con tiempos y acciones claras”, afirmó el funcionario.
Según Sanguino, algunos cambios se aplicarán de inmediato, mientras que otros requerirán una implementación progresiva.
Por eso, a partir de la próxima semana, se empezarán a emitir los decretos necesarios para reglamentar cada punto de la nueva norma. Entre ellos se espera definir con precisión cómo se aplicarán temas sensibles como la formalización laboral, la protección de trabajadores en plataformas digitales y los nuevos criterios de contratación.
Más vigilancia y control
Uno de los pilares de esta etapa será el fortalecimiento del sistema de inspección laboral. El ministro anunció que se vincularán mil nuevos inspectores de trabajo que se desplegarán en todo el país para verificar el cumplimiento de la ley. “Vamos a intensificar el marco sancionatorio. No puede haber letra muerta. Vamos a garantizar que lo aprobado se cumpla”, advirtió.
Este refuerzo busca evitar la evasión de responsabilidades por parte de empleadores e impulsar una cultura de cumplimiento en todos los sectores. Además, el Ministerio trabajará en una estrategia pedagógica para explicar a empleadores y trabajadores los cambios y sus implicaciones.
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La reforma laboral ha generado intensos debates en el Congreso y en la opinión pública. Sus defensores aseguran que dignifica el trabajo y mejora la calidad del empleo. Sus críticos, por otro lado, advierten posibles efectos en el costo laboral y la informalidad. Con la entrada en vigencia de los decretos, el Gobierno busca pasar del discurso a la acción. Ahora, el reto será garantizar que las normas lleguen a la vida real sin distorsiones y con resultados concretos para los millones de trabajadores colombianos.
