En mayo de 2025, Colombia registró una tasa de desempleo del 9,0%, la cifra más baja desde la emergencia sanitaria de 2020. Así lo reveló el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), que reportó una caída significativa frente al 10,3% observado en el mismo mes de 2024.
El repunte del empleo fue evidente, puesto que en solo un mes se crearon 597.000 nuevos puestos de trabajo, con aumentos en todos los dominios geográficos. Las principales ciudades y áreas metropolitanas impulsaron buena parte de ese crecimiento, con incrementos de hasta el 2,1%.
La tasa de ocupación nacional pasó de 57,5% a 58,2% en el último año. Sin embargo, la tasa global de participación, que mide la proporción de personas activas dentro de la población en edad de trabajar, se mantuvo estable en el 64%. Esto indica que, aunque hay más personas empleadas, el número total de quienes buscan trabajo no ha crecido significativamente.
Brecha de género se profundiza
Pese a los avances, el informe evidenció un retroceso en materia de equidad laboral. La subdirectora del Dane, Andrea Ramírez Pisco, advirtió que la diferencia entre la tasa de desempleo en Colombia de mujeres (11,6%) y la de hombres (7,1%) se amplió a 4,5 puntos porcentuales. Aunque ambas tasas disminuyeron respecto al año anterior —0,5p.p. en mujeres y 1,8p.p. en hombres— la reducción fue más lenta en el caso femenino. Esta brecha era de 3,1 puntos en mayo de 2024.
Las ramas de actividad que más aportaron a la generación de empleo fueron Transporte y almacenamiento (185.000 empleos nuevos), y Actividades profesionales, científicas y de servicios administrativos (137.000 empleos). Por el contrario, la industria manufacturera registró la pérdida de 122.000 ocupaciones frente al año pasado, siendo el sector con mayor retroceso.
La tasa de desocupación entre jóvenes cayó 2,2 puntos porcentuales entre marzo y mayo. Aun así, persisten cifras alarmantes en ciudades como Quibdó (38,5%), Sincelejo (27,6%) e Ibagué (25,5%). En contraste, Bucaramanga (11,5%), Villavicencio (13,8%) y Valledupar (13,9%) mostraron mejores indicadores. Esta última redujo su tasa juvenil en más de cuatro puntos porcentuales en un año.
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La población ocupada en mayo fue de 23,6 millones de personas. De ellas, 13,5 millones trabajaban en condiciones informales, es decir, sin acceso a seguridad social ni contratos estables. Aunque se sumaron 597.000 trabajadores en comparación con mayo de 2024, 202.000 de esos nuevos empleos fueron informales. La informalidad entre jóvenes disminuyó a nivel nacional, pero aumentó en las principales ciudades, lo que evidencia un reto urgente en la calidad del empleo urbano.
